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MARÍA DE LA SOLEDAD LEONA CAMILA VICARIO FERNÁNDEZ DE SAN SALVADOR

16.08.2010 11:48

 LEONA VICARIO ES UN PERSONAJE UNIVERSAL. Íntimamente ligada a nuestra Historia porque fue la amantísima esposa de Andrés Quintana Roo y señera líder Insurgente, cuando muchos de nuestros pueblos y de Campeche formaban parte de la misma capitanía de Yucatán. Por ello nos compete a todos, porque no existíamos como entidad federativa aún.

Personalmente admiro a María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, es una mujer extraordinariamente genial. Comprúebalo Tú.  

 
 
Leona Vicario: insurgente, periodista, libertaria
Eduardo Garibay Mares
Viernes 22 de Agosto de 2008 • Enviar nota    • Imprimir
« Leona Vicario se identificó desde un principio con la causa de la Independencia, y así lo proclamaba públicamente al también manifestar su rechazo a los españoles, y por ello no dudó en integrarse a la insurgencia en 1811 »
En el marco del aniversario luctuoso de Leona Vicario, que preludia las conmemoraciones patrias de la República Mexicana en el mes de septiembre próximo, la figura de la insigne insurgente se yergue como ejemplo de formación familiar recibida de su madre y de su padre, así como de la educación obtenida del proceso de enseñanza-aprendizaje que la hicieron capaz y autosuficiente, igual para destacar como luchadora en la guerra por la Independencia de México, integrada a las tropas del Generalísimo José María Morelos y Pavón, que como esposa amante y madre amorosa.

Hija de la mexicana Camila Fernández de San Salvador, de la nobleza criolla, y del español Gaspar Martín Vicario, María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador nació el 10 de abril de 1789 en la Ciudad de México, lugar donde murió el 24 de agosto de 1842.

Educada desde niña para valorar tanto el trabajo y labores domésticas, como la sólida formación intelectual que le permitió participar destacadamente en la lucha por la Independencia del país, Leona era entusiasta escritora e igual lectora de obras científicas, literarias, religiosas y filosóficas.

Huérfana a la edad de 18 años, Leona quedó bajo la tutela del abogado Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, tío materno, padrino y albacea de su herencia, quien de inmediato la integró a trabajar en su despacho, donde conoció al joven yucateco Andrés Quintana Roo, liberal pasante de derecho quien cursaba la carrera de abogado y con el que años después se casó.



Insurgente, periodista y libertaria



La escritura fue el medio toral de expresión y comunicación de la señera líder insurgente, quien así transmitía informes en clave publicados en el periódico El Ilustrador Americano, y que por ello figura no sólo como heroína de la Independencia, sino también como la primera mujer periodista de México, como lo demostró: primero, al enviar y recibir noticias por medio de heraldos secretos, a fin de hacerles llegar a los conjurados los informes que Quintana Roo le enviaba desde los campos de batalla; segundo, cuando tras ser rescatada de su prisión en el Colegio de Belén, el 22 de abril de 1813, por seis hombres disfrazados de militares del virrey que la llevaron a Oaxaca con don José María Morelos, Leona llevaba oculta una pequeña imprenta, así como papel, letras de molde y tinta, para los rebeldes que dificultosamente editaban en forma rudimentaria su periódico El Ilustrador Nacional; y tercero, al proseguir como corresponsal de guerra la difusión de noticias sobre lo ocurrido en el frente de batalla, en algunos combates en que participó.

Leona se identificó desde un principio con la causa de la Independencia, y así lo proclamaba públicamente al también manifestar su rechazo a los españoles, y por ello no dudó en integrarse a la insurgencia en 1811, cuando contrariado por la oposición de don Agustín para que contrajesen matrimonio, Andrés se fue a Tlalpujahua para unirse a las fuerzas de Ignacio López Rayón, que había establecido en Zitácuaro la junta soberana del movimiento insurgente, y quien le encargó la publicación del Semanario Patriótico Americano.

Con capacidad y recursos para ser partícipe y libre, no obstante la estrecha vigilancia de su tío, Leona logró establecer un correo con los revolucionarios, haciéndoles llegar oportunamente las noticias de la capital, a la vez que aplicó el patrimonio heredado para enviar dinero y proveer de armas, pertrechos, víveres y ropa al ejército rebelde de Zitácuaro, por lo que fue delatada y aprehendida como conspiradora, y sentenciada a reclusión domiciliaria bajo la vigilancia de su tutor.

Entonces, para participar en la lucha, Leona huyó al pueblo de San Juanico, Tacuba, donde formó un grupo de mujeres para apoyar la causa independiente. Fuga denunciada por su tío Agustín, que al poner también al descubierto su iniciativa rebelde, ocasionó que fuese procesada el 13 de marzo de 1813 y sentenciada a permanecer presa en el Convento de Belén, en la Ciudad de México.

Penoso y dilatado fue el viaje realizado hasta Oaxaca, plaza ocupada por el ejército al mando de Morelos, a donde fue transportada Leona Vicario, que entonces pudo reunirse con su amado Andrés, luego de ser rescatada de su prisión, el 22 de abril de 1813, por seis insurgentes encabezados por los coroneles Antonio Vázquez Aldana y Luis Rodríguez Alconedo, que burlaron la vigilancia de las tropas realistas y salieron de la ciudad disfrazados de arrieros acompañados de sus mujeres, guiando un atajo de burros cargados al parecer con huacales de legumbres y frutas, aunque algunos portaban papel y letras de molde, así como con cueros llenos de pulque, aunque en realidad unos llevaban tinta de imprenta, para las publicaciones de los insurgentes.



Esposa amante y madre amorosa



Fortalecidos en su amor y en sus ideales libertarios, tras padecer peligros y penurias al acompañar a las tropas de José María Morelos, e igual compartir toda vicisitud implícita en las campañas militares, en 1813 contrajeron matrimonio Leona Vicario y Andrés Quintana Roo, quien era diputado al Congreso Constituyente de Chilpancingo y que al lado de su mujer estuvo siempre en las sesiones celebradas en pueblos michoacanos.

Tras la muerte de Morelos, ocurrida el 22 de noviembre de 1815, Leona y Andrés buscaron refugio seguro en el pueblo de Tlacocuzpa, en la sierra de Tlatlaya, donde el 3 de enero de 1817 nació su primogénita Genoveva, en tanto que María Dolores, su segunda hija, nació antes de terminar la confinación de la pareja insurgente en Toluca, de donde salieron para ver la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.



Corolario



Ejemplo de la sólida formación familiar y de la educación e instrucción de excelencia llevada a la práctica, la independentista mexicana Leona Vicario ejemplifica en este 2008, y siempre, tanto a la mujer que sustenta en el conocimiento científico y cultural su convicción ideológica, en pro del bien común, como a la esposa y madre cuyo amor íntegro se mantiene a la par que su congruencia de pensamiento y acción por México, la nación independiente. Ni más ni menos.

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