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FLORA BÉNTICA Y REPRODUCCIÓN DE LAS ALGAS BATOPHORA SPP. Por: L. I. QUAN-YOUNG1, S. G. JIMÉNEZ.FLORES ET J. ESPINOSA.ÁVALOS. Tomado de: ECOSUR

25.11.2010 12:48

 Flora béntica y reproducción de las algas Batophora spp.

(Chlorophyta: Dasycladaceae) de una laguna costera contaminada
(Bahía de Chetumal, México)
L.I. Quan-Young1, S.G. Jiménez-Flores & J. Espinoza-Ávalos
ECOSUR, Apartado Postal 424, Chetumal, Quintana Roo 77000, México; lquan@ecosur-qroo.mx, Fax:
52(983)8350454
Abstrac. Benthic flora and reproduction of Batophora spp. algae (Chlorophyta: Dasycladaceae) in a polluted
coastal lagoon (Chetumal Bay, Mexico). The benthic flora, and the vegetative and reproductive characters of the algae
Batophora oerstedii and B. occidentalis (Chlorophyta) were recorded from five sites of Chetumal Bay, Quintana Roo,
Mexico. A sewage gradient has been reported along those sites. Plants were sampled in May and October 1999, which corresponded
to dry and rainy seasons, respectively. Forty taxa were found, 11 are new records for the Chetumal Bay, and 6 are
new records for the Mexican Caribbean. Enteromorpha species were present in sites known as rich in organic matter (both
from anthropogenic and natural sources). Batophora spp. is the dominant algae in all Chetumal Bay. However, it was absent
next to sewage outfalls. The morphological characters of B. oerstedii and B. occidentalis did not change significantly along
the sites reported as polluted. The length and width of gametophores, as well as the diameter of the gametangia were clearly
different for both species. Different reproductive strategies may help B. oerstedii and B. occidentalis to closely coexist in
the Chetumal Bay. Rev. Biol. Trop. 54(2): 341-355. Epub 2006 Jun 01.
Key words: Enteromorpha, benthic flora, pollution, Caribbean, Yucatan Peninsula, coexistence.
La vegetación acuática de la Bahía de
Chetumal es una de las más pobres de las
aguas costeras de Quintana Roo, de acuerdo
a los resultados de Huerta-Múzquiz et al.
(1987). Sin embargo, puede proveer parte de
la dieta que mantiene a la población de manatí
Trichechus manatus L. que ahí habita (Axis-
Arroyo et al. 1998). También proporciona
alimento y refugio a invertebrados, los cuales
a su vez son consumidos por otros organismos,
como los peces. Es decir, las macroalgas son
un componente importante de la comunidad
biótica de la Bahía de Chetumal.
Las macroalgas que dominan en la Bahía
de Chetumal son Batophora oerstedii J. Agardh
y B. occidentalis (Harv.) S. Berger & Kaever
ex M.J. Wynne. Ambas coexisten muy cercanamente,
compartiendo siempre las mismas
rocas como sustrato (Gómez-Poot et al., 2002).
Recibido 13-XII-2000. Corregido 13-XI-2001. Aceptado 27-II-2003.
Sin embargo, frente a la parte urbana de la bahía
se han registrado especies de Enteromorpha
y Polysiphonia (Huerta-Múzquiz y Garza-
Barrientos 1980), las cuales en otras zonas del
mundo se registran como especies indicadoras
de contaminación orgánica (Murray y Littler
1978, Druehl 1981, Levine 1984, Guangzhou
1987, Aguilar-Rosas y Pacheco-Ruíz 1989,
Morand y Brand 1996). En otras ocasiones
el efecto de la contaminación se ha reportado
como una reducción en el número de especies
(Murray y Littler 1978, Neverauskas 1987,
Cecere et al. 1991).
En la Bahía de Chetumal se vierten aguas
residuales municipales sin recibir ningún tratamiento
previo. A ese cuerpo de agua también
llegan diferentes fertilizantes y pesticidas,
provenientes principalmente de actividades
relacionadas al cultivo de la caña de azúcar.
342 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
Chavira-Martínez et al. (1992) y Ortíz y Sáenz
(1995) informaron que los valores de materia
orgánica en los sedimentos fueron mayores
frente a la desembocadura del Río Hondo y
de la ciudad de Chetumal, y que disminuían al
alejarse de esos puntos. Ortiz y Sáenz (1997)
registraron una tendencia similar para detergentes,
y determinaron que se presentaban
concentraciones de bacterias coliformes fecales
que rebasaban los valores permisibles por la
legislación mexicana (Ortíz y Sáenz 1999).
En este estudio se trazaron los siguientes
objetivos: 1) determinar si la presencia o
ausencia de vegetación acuática reflejaba la
contaminación orgánica (del sitio 1, frente a la
ciudad de Chetumal, al 5; Fig.1), 2) efectuar
mediciones de partes vegetativas y reproductivas
de Batophora occidentalis y B. oerstedii,
para determinar si existían evidencias de
cambios morfológicos en el gradiente mencionado,
3) determinar si alguna de esas dos
especies podrían considerarse como especie
indicadora de contaminación orgánica, y 4)
analizar si las mediciones biológicas pueden
ayudar a explicar la coexistencia de las dos
especies en el sistema estuarino de la Bahía de
Chetumal. Adicionalmente, se analiza información
florística obtenida en 1991, para obtener
una visión más amplia de la vegetación de
esta laguna costera.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio: La Bahía de Chetumal
se ubica en la parte sur de Quintana Roo y
es parte de la zona fronteriza entre México y
Belice. Esta limitada por los paralelos 18°21’ y
18°52’ N y los meridianos 87°54’ y 88°23’ W.
Tiene una superficie de 1098 Km2, anchura
máxima de 20 Km, longitud de 67 Km y con
una sección SE que abre al Mar Caribe. Los
principales aportes de agua provienen de los
ríos Hondo, Crick y Nuevo, de las lagunas
Guerrero y Shipstern, de ríos subterráneos y de
agua marina.
La Bahía de Chetumal es un sistema
lagunar estuarino semicerrado con influencia
marina limitada, hipohalino por no presentar
salinidades promedio mayores a 14 ppm, somero
con una profundidad media de 3.2 m. Las
estaciones de muestreo fueron seleccionadas
con base en la intensidad de urbanización.
Recolecta de organismos y trabajo de
laboratorio. Se realizaron tres muestreos; en
mayo (20 y 21) y Octubre (20, 21 y 27) de 1999
y en marzo de 2000. Las plantas de Batophora
spp. Se obtuvieron de rocas localizadas a 1 m
de profundidad, a 30 m de la orilla, y de 5 sitios:
1. Nieves, 2. Alacranes, 3. Luis Echeverría, 4.
Fig. 1. Zona de estudio y sitios donde se recolectó la
vegetación béntica en octubre de 1991 (M1-M8), mayo
y octubre de 1999 (1-5) y marzo de 2000 (C1-C3) (ver
Materiales y Métodos).
Fig. 1. Study zone, and sites where benthic vegetation was
sampled on October 1991 (M1-M8), May and October
1999 (1-5) and March 2000 (C1-C3) (see Material and
Methods).
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 343
La Barra y 5. Cayo Venado (Fig. 1). En cada
sitio también se realizó una recolecta general
de macroalgas en las dos primeras fechas
mencionadas; tanto en la orilla, como a 1 m de
profundidad. Las plantas se separaron de las
rocas con un cuchillo, colocadas en bolsas de
plástico y preservadas en agua de la bahía con
formol al 4%.
En el primer muestreo se recolectaron
todas las plantas de Batophora spp. encontradas
en cinco rocas. En el laboratorio se tomaron
al azar 200 plantas y se registró el número
de plantas vegetativas y en reproducción
de B. occidentalis (con gametóforos ovoides)
y B. oerstedii (con gametóforos esféricos).
Posteriormente se midió su largo, y de las que
se encontraban en reproducción se tomaron 60
plantas de cada especie; entre ellas se separaron
las que presentaban gametóforos maduros
e inmaduros (en los inmaduros el contenido
celular del gametóforo se encontraba difuso,
mientras que en los maduros se encontraba
delimitado en gametangios bien diferenciados).
Se tomaron 40 plantas con gametóforos maduros
de cada especie y se midió el largo y ancho
de un gametóforo por planta. Esos mismos
gametóforos fueron rotos con pinzas de relojero
y se midió el diámetro de uno de los gametangios
liberados (terminología reproductiva de
acuerdo a Berger y Kaever 1992).
Para el segundo muestreo, en cada sitio
se extrajeron al azar 4-5 rocas, de donde se
cosecharon las plantas de Batophora spp. que
se encontraron en 15 cuadrantes de 3 x 3 cm.
En el laboratorio se registró el número de plantas
vegetativas y en reproducción. De las que
se encontraron en reproducción se midió su
largo y se registró aquellas pertenecientes a B.
occidentalis y B. oerstedii. Luego se separaron
entre las que presentaron gametóforos maduros
e inmaduros. De las plantas con gametóforos
maduros se midió el largo y el ancho de un
gametóforo por planta, lo mismo que el diámetro
de un gametangio, como se indicó antes.
La tercera recolecta incluyó mediciones de
biomasa fresca en los cinco sitios, además de
otros tres que correspondieron a C1: desagüe
ubicado frente al Congreso del Estado, C2: ≈30
m al Norte de C1, y C3: en Alacranes, ≈25 m
al Norte del sitio 2. En los ocho sitios se cosecharon
las plantas que se encontraron en 10
cuadrantes de 5x5 cm, sobre rocas de la orilla.
Adicionalmente se analizó otra serie de
muestras recolectadas en Octubre de 1991,
en 8 sitios de la bahía de Chetumal: M1. Isla
Tamalcab (punta Norte, raíces de mangle),
M2. Isla Tamalcab (punta Norte, arena), M3.
Entrada Río Crick, M4. Ojo de agua 1, M5. Ojo
de agua 2, M6. Punta Calentura, M7. Bacalar
Chico (entrada, lado Sur), M8. Bacalar Chico
(lado Norte) (Fig. 1). Las muestras fueron
separadas, luego identificadas con la ayuda
de publicaciones como las de Taylor (1960),
Joly (1967) y Ortega (1984). Para el arreglo
sistemático de las especies se siguió a Ortega
(1984) y Wynne (1998). Para la asignación de
taxa como nuevos registros se revisaron los trabajos
de Huerta-Múzquiz y Garza-Barrientos
(1980), Huerta-Múzquiz et al. (1987), Ortegón-
Aznar (1997) y Dreckmann (1998).
Datos ambientales y análisis estadísticos.
Valores mensuales promedio de temperatura
ambiental, precipitación pluvial, así como de
velocidad y dirección predominante del viento
de la ciudad de Chetumal se obtuvieron de la
Comisión Nacional del Agua, Subdelegación
Quintana Roo.
Los valores promedio obtenidos de
Batophora spp. se analizaron estadísticamente
mediante el programa Statistica®, versión 4.3
para Windows (Statsoft, Inc., Tusla, USA). Los
resultados no tuvieron una distribución normal,
ni homogeneidad de varianzas, por lo que los
análisis se realizaron con estadística no paramétrica,
utilizando el modelo Kruskal-Wallis.
Los valores promedio y los errores estándar se
graficaron utilizando el programa Statistica®.
El agrupamiento por similitud de especies,
con respecto a los sitios, para las tres
fechas de muestreo, se analizó con el programa
ANACOM (de la Cruz 1994). Para ello se utilizó
el índice de Jaccard, Modo ø (columnas),
unión medio no ponderada, con la cual se
obtuvieron las entidades y el nivel de similitud
entre sitios.
344 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
RESULTADOS
Se identificaron 42 taxa de vegetación
béntica, repartidas en 6 microalgas, 34 macroalgas,
y 2 fanerógamas (Cuadro 1 y 2). La mayor
riqueza se presentó en Bacalar Chico (sitios M7
y M8, 13 taxa), mientras que la menor ocurrió
en Punta Calentura (sitio M6, 2 taxa); ambas
localidades fueron visitadas en 1991. El número
de taxa fue el mismo para los sitios 1, 2 y 5
en los dos muestreos de 1999 (5, 8 y 6 taxa, respectivamente).
El número de taxa fue variable
(entre 5 y 9) para los sitios 3 y 4 (Cuadro 1).
Se obtuvieron 11 nuevos registros de vegetación
béntica para la Bahía de Chetumal: 5
Rhodophyta, 5 Chlorophyta, y 1 Chromophyta,
(Cuadro 1). Entre estos se incluyen 6 que representan
nuevos registros para Quintana Roo
(Cuadro 1).
La similitud de la vegetación béntica en
mayo y octubre de 1999 presentaron dos entidades
con niveles mayores a 0.5, mientras que
el sitio 1 quedó separado de los otros cuatro
sitios (Fig. 2a y 2b).
Los valores promedio de talla de Batophora
occidentalis y B. oerstedii mostraron diferencia
estadística significativa (p< 0.0001) entre el
mes de mayo y octubre, en el primer mes las
plantas fueron más grandes que en el segundo.
Sin embargo, la talla de las plantas en reproducción
entre las dos especies no presentó
diferencias estadísticas significativas (p> 0.05)
ni en mayo ni en Octubre (Fig. 3a y 3b). Por
otra parte, en mayo (Fig. 3a) las plantas en
reproducción de las dos especies fueron significativamente
mayores (p< 0.05) a las plantas
vegetativas, lo cual no ocurrió en Octubre (Fig.
3b), cuando ambos tipos de plantas fueron
similares en tamaño (p> 0.05).
El número de plantas en reproducción de
Batophora occidentalis para el mes de mayo
presentó el mayor número de plantas en reproducción
(47) en el sitio 5 y el menor número
en el sitio 2 (16), mientras que B. oerstedii
presentó el mayor número de plantas en reproducción
en el sitio 1 (54) y el menor en el
sitio 3 (17) (Fig. 4a). Para el mes de octubre,
B. occidentalis presentó el mayor número de
plantas en reproducción en los sitios 1 y 2 (59
y 61, respectivamente) y el menor número en el
sitio 5 (12), mientras que B. oerstedii presentó
el mayor número de plantas en reproducción en
el sitio 3 (44) y el menor en el sitio 5 (1) (Fig.
4b). Esto es, existieron diferentes respuestas
reproductivas de las dos especies en los sitos
de estudio. En general, la proporción de plantas
inmaduras de ambas especies fue mayor que
las maduras para el mes de mayo que para el
mes de octubre (Fig. 4a y 4b). En octubre fue
evidente una diferencia en el ciclo reproductivo
entre ambas especies; en este caso, con
un mayor número de plantas reproductivas
para B. occidentalis, que para B. oerstedii, con
excepción en el sitio 3 (Fig. 4b). De manera
similar, en este mes también se evidenciaron
Fig. 2. Agrupamiento de la vegetación béntica para cinco
sitios de la Bahía de Chetumal, en mayo (Fig. 2a) y octubre
(Fig. 2b) de 1999.
Fig. 2. Clusters of benthic vegetation from five sites of the
Chetumal Bay, during May (Fig. 2a) and October 1999
(Fig. 2b).
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 345
CUADRO 1
Lista sistemática de la vegetación béntica de la Bahía de Chetumal, Quintana Roo, recolectada en 1991 (Octubre, sitios
M1-M8) y 1999 (Mayo y octubre, sitios 1-5)
TABLE 1
Systematic checklist of benthic vegetation from the Chetumal Bay, State of Quintana Roo, México, sampled on 1991
(October, sites M1-M8) and 1999 (May and October, sites 1-5)
M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
MICROALGAS
Rhodophyta
Bangiophycidae
Goniotrichales
Goniotrichaceae
Chroodactylon sp. X
Heterokontophyta
Bacillariophyceae
Pennatophycidae
Achanthaceae
Cocconeis sp. X
Naviculales
Naviculaceae
Cymbella sp. X X
Navicula sp. X X
Pinnularia sp. X X
Epithamiaceae
Epithemia sp. X
MACROALGAS
Chromophyta
Xanthophyceae
Vaucheriales
Vaucheriaceae
**Vaucheria sp. X X X
Cyanophyta
Oscillatoriales
Oscillatoriaceae
Lyngbya sp. X
Phomidiaceae
Symploca sp. X
346 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
Rhodophyta
Florideophycidae
Nemaliales
Lemaneaceae
Lemanea sp. X X X X X
Gigartinales
Caulecanthaceae
Catenella
caestepitosa (Wither.)
L.M. Irvine in Parke
& Dixon
X X X X X X X
Hypneaceae
Hypnea spinella
(C. Agardh) Kützing
X
Ceramiales
Ceramiaceae
Ceramium sp. X
Seirospora sp. X
Delesseriaceae
**Cotoniella
sanguinea Howe
X
Rhodomelaceae
Bostrychia montagnei
Harvey
X X X X X
**B. moritziana
(Sonder ex Kützing)
J. Agardh
X
**B. pilulifera
Montagne
X X X X X X
B. tenella (J.V.
Lamouroux) J.
Agardh
X X X X X X X X X
B. radicans
(Montagne)
Montagne in Orbigny
X
Digenea simplex
(Wulfen) C. Agardh
X X
CUADRO 1 (Continued)
Lista sistemática de la vegetación béntica de la Bahía de Chetumal, Quintana Roo, recolectada en 1991 (Octubre, sitios
M1-M8) y 1999 (Mayo y octubre, sitios 1-5)
TABLE 1 (Continued)
Systematic checklist of benthic vegetation from the Chetumal Bay, State of Quintana Roo, México, sampled on 1991
(October, sites M1-M8) and 1999 (May and October, sites 1-5)
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 347
M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
Laurencia obtusa
(Hudson) J.V.
Lamouroux
X
*Polysiphonia
denudata (Dillwyn)
Greville ex Harvey
in Hook
X
**P. ramentaceae
Harvey
X
P. sphaerocarpa
Børgesen
X X X X
P. subtilissima
Montagne
X X X X X X X X X X X X X
Chlorophyta
Charales
Charophyceae
**Chara sp. X X X X X
Ulvales
Ulvaceae
Enteromorpha
compressa (Linnaeus)
Nees
X X X
E. flexuosa (Wulfen)
J. Agardh
X
Enteromorpha sp. X
Anadyomenaceae
*Anadyomene stellata
(Wulfen in Jacq.)
C. Agardh
X X X
Boodleaceae
Boodlea sp. X
Siphonocladaceae
Cladophoropsis
membranaceae
(C. Agardh) Børgesen
X X
CUADRO 1 (Continued)
Lista sistemática de la vegetación béntica de la Bahía de Chetumal, Quintana Roo, recolectada en 1991 (Octubre, sitios
M1-M8) y 1999 (Mayo y octubre, sitios 1-5)
TABLE 1 (Continued)
Systematic checklist of benthic vegetation from the Chetumal Bay, State of Quintana Roo, México, sampled on 1991
(October, sites M1-M8) and 1999 (May and October, sites 1-5)
348 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
*Dictyosphaeria
ocellata (M. Howe)
J.L. Olsen
X X
Bryopsidales
Bryopsidaceae
*Derbesia sp. X
Udoteaceae
*Boodleopsis pusilla
(Collins) W.R. Taylor,
A.B. Joly & Bernat
X
Penicillus capitatus
Lamouroux
X
Dasycladales
Dasycladaceae
Batophora oerstedii
J. Agardh
X X X X X X X X X X X X X X
FANEROGAMAS
Magnoliophytae
Najadales
Cymodoceaceae
Halodule wrightii
Ascherson
X X
Potamogetonaceae
Ruppia maritima
Linnaeus
X
TOTAL DE TAXA 3 6 4 3 8 2 13 5 5 9 5 9 5 6 8 9 5 6
Nota: Los taxa con un asterisco representan nuevos registros para la Bahía de Chetumal; aquellos con dos representan
además nuevos registros para el Caribe mexicano.
Note: Taxa with an asterisk represent new records for the Chetumal Bay; those with two asterisks are new records for the
Mexican Caribbean. Octubre de 1991 Mayo de 1999 Octubre de 1999.
CUADRO 1 (Continued)
Lista sistemática de la vegetación béntica de la Bahía de Chetumal, Quintana Roo, recolectada en 1991 (Octubre, sitios
M1-M8) y 1999 (Mayo y octubre, sitios 1-5)
TABLE 1 (Continued)
Systematic checklist of benthic vegetation from the Chetumal Bay, State of Quintana Roo, México, sampled on 1991
(October, sites M1-M8) and 1999 (May and October, sites 1-5)
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 349
diferencias entre plantas reproductivas maduras
e inmaduras de las dos especies. Por
ejemplo, en el sitio 2, B. occidentalis presentó
una proporción similar de plantas maduras e
inmaduras, mientras que B. oerstedii presentó
una mayor proporción de plantas maduras que
inmaduras (Fig. 4b). Esto es, las dos especies
de Batophora presentaron estrategias reproductivas
diferentes bajo las mismas condiciones
estuarinas de Bahía Chetumal.
El largo de gametóforos de las plantas de
Batophora occidentalis y B. oerstedii (Fig. 5),
fue significativamente diferente (p< 0.0001)
entre los sitios de colecta para el mes de
mayo; mayor en sitios alejados de la ciudad de
Chetumal (ubicada frente al sitio 1). Sin embargo,
en Octubre el largo de gametóforos no fue
significativamente diferente (p> 0.05) entre los
sitios de colecta, para ambas especies. El largo
del gametóforo de ambas especies no mostró
diferencias significativas (p> 0.05) entre mayo
y octubre. Sin embargo, sí se encontraron diferencias
altamente significativas (p> 0.0001) al
comparar el largo de gametóforo entre las dos
especies, tanto para mayo, como para octubre.
El ancho de gametóforos de ambas especies
a lo largo de 5 sitios de colecta (Fig. 5b)
fue significativamente diferente (p< 0.0002)
para el mes de mayo, a diferencia del mes de
octubre, cuando no presentaron diferencias
significativas (p> 0.05). Para ambas especies,
el ancho de gametóforo fue significativamente
diferente (p< 0.03) entre fechas de colecta
(mayo vs. octubre). De manera similar, el
ancho del gametóforo de las dos especies fue
significativamente diferente (p< 0.005), tanto
en mayo como en octubre (Fig. 5b).
El diámetro de gametangios para cada
especie de Batophora no fue significativamente
diferente ni por fechas, ni por sitios de colecta
Fig. 3. Largo de eje (mm) de Batophora occidentalis y B.
oerstedii en cinco sitios de la Bahía de Chetumal, durante
mayo (Fig. 3a) y octubre (Fig. 3b) de 1999.
Fig. 3. Length of the axis (mm) of Batophora occidentalis
and B. oerstedii in five sites from the Chetumal Bay, during
May (Fig. 3a) and October (Fig. 3b) of 1999.
Fig. 4. Número de plantas en reproducción de Batophora occidentalis
y B. oerstedii, en cinco sitios de la Bahía de Chetumal,
durante mayo (Fig. 4a) y octubre (Fig. 4b) de 1999.
Fig. 4. Number of reproductive plants of Batophora occidentalis
and B. oerstedii in five sites from the Chetumal
Bay, during May (Fig. 4a) and October (Fig. 4b) of 1999.
350 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
(Fig. 5c). Sin embargo, sí existieron diferencias
altamente significativas (p< 0.001) entre especies,
ya que el diámetro de los gamentangios
de B. oerstedii fue mayor (entre 78 y 82 μm),
en comparación al de B. occidentalis (entre 55
y 65 μm) (Fig. 5c).
La biomasa promedio obtenida en marzo de
2000 (Cuadro 2) fue máxima en el sitio C2 (14.21
g) y mínima en el sitio 4 (1.08 g). El primero se
encuentra ubicado cercano a descargas de aguas
residuales de la ciudad de Chetumal.
La temperatura fue mayor en mayo que en
octubre (Fig. 6a), mientras que la precipitación
pluvial fue casi nula en mayo y máxima en
julio. En octubre la precipitación pluvial fue
relativamente mayor que en mayo (Fig. 6b). La
dirección predominante del viento entre mayo
y septiembre fue del Este, y del Norte entre
octubre y noviembre. En mayo se presentó
CUADRO 2
Biomasa específica y total (por 25 cm2) de macroalgas recolectadas en ocho sitios
en la Bahía de Chetumal en marzo de 2000
TABLE 2
Total and specific biomass (per 25 cm2) of macroalgae sampled in eight sites
from the Chetumal Bay, during March 2000
SITIOS
ESPECIES C1 C2 C3 1 2 3 4 5
Batophora oerstedii 0.82 3.77 0.22 0.45 1.08 0.12
Bostrychia pilulifera 11.8
Bostrychia tenella 1.47
Bostrychia sp. 0.49 6.72 1.78 3.59
Catenella caestepitosa 2.40 7.95
Cladophora sp. 0.55 1.10 0.30 2.03
Enteromorpha intestinalis 0.03
Enteromorpha sp. 0.56
Lyngbya sp. 1.75
Polysiphonia sphaerocarpa 0.27
Polysiphonia subtilissima 2.78 0.22
Polysiphonia sp. 4.92 1.72 0.12
Symploca sp. 0.83
TOTAL 5.11 14.21 9.47 1.69 9.13 7.37 1.08 11.77
mayor velocidad del viento que en octubre
(Fig. 6c).
DISCUSIÓN
El número de taxa fue bajo y poco variable
en la composición de especies para los dos
muestreos efectuados en 1999, lo que indica
una flora pobre y un tanto estable para la Bahía
de Chetumal, de manera similar a como lo
informaron Solé y Vera (1997) para sitios de la
costa de Venezuela.
En la época de secas se registró un mayor
número de taxa (17) que en la época de lluvias
(11) para el sistema estuarino de Bahía
Chetumal (Cuadro 1). Esto es diferente de lo
informado por Mateo-Cid y Mendoza-González
(1991), Mendoza-González y Mateo-Cid (1992)
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 351
Fig. 5. Largo de gametóforo (5a), ancho de gametóforo
(5b) y diámetro de gametangio (5c) de Batophora occidentalis
y B. oerstedii en cinco sitios de la Bahía de
Chetumal, durante mayo y octubre de 1999. Todas las
medidas en μm.
Fig. 5. Length of gametophore (5a), width of gametophore
(5b) and diameter of gametangia (5c) of Batophora
occidentalis and B. oerstedii in five sites from the
Chetumal Bay, during May and October 1999. All measurements
in μm.
Fig. 6. Valores promedio de temperatura (ºC, 6a), precipitación
pluvial (mm, 6b) y velocidad (m s-1) y dirección
dominante del viento (6c) en la ciudad de Chetumal,
Quintana Roo, en 1999. E= Este, ESE= Este-Sureste, N=
Norte, ONO= Oeste-Noroeste.
Fig. 6. Mean values of temperature (ºC, 6a), rainfall (mm,
6b), and velocity (m s-1) and dominant direction of the
wind (6c) from the Chetumal city, State of Quintana Roo,
during 1999. E= East, ESE= East-Southeast, N= North,
ONO= West-Northwest.
y Díaz-Martín et al. (1998), quienes para aguas
marinas del Caribe mexicano encontraron un
mayor número de especies en la temporada
climática de lluvias que en secas. Por otra
parte, las pocas especies (4) de Phaeophyta
registradas para la bahía de Chetumal (Huerta-
Múzquiz et al. 1987, este estudio) resaltan la
escasa presencia de esta División en lagunas
costeras (Espinoza-Avalos 1993, Díaz-Martín
et al. 1998).
Los agrupamientos de macroalgas por sitio
(con similitud > 0.5) fueron diferentes para
las dos épocas climáticas (Fig. 2 y 3), y el
sitio 1 quedó aislado del resto. Éste es el que
recibe una mayor cantidad de aguas residuales
de la ciudad de Chetumal. Coincidentemente,
352 Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006
para las colectas de 1999 sólo en los sitios 1
y 4 se presentaron especies de Enteromorpha
(Cuadro 1), que se han registrado en ambientes
contaminados por materia orgánica (Morand
y Briand 1996). En esos dos sitios también
ocurrieron las mayores concentraciones de
materia orgánica en el sedimento (Llanez-
Baeza y Salazar-Vallejo 2000). Cabe destacar,
sin embargo, que el origen de esa materia orgánica
puede ser diferente: por contaminación de
descargas municipales para el primer sitio, y
por procesos naturales (producto de la descomposición
de materia orgánica proveniente de
Laguna Guerrero), para el segundo sitio.
La composición de especies de macrofitas
no reflejó la contaminación orgánica a lo largo
de cinco sitios, como en otros trabajos donde se
reporta una reducción de especies (Neverauskas
1987, Cecere et al. 1991). Sin embargo, en el
sitio con desagües (C1) predominaron especies
que otros autores (Murray y Littler 1978,
Druehl 1981, Levine 1984, Guangzhou 1987,
Morand y Brand 1996) registran en sitios
contaminados (Enteromorpha y Polysiphonia).
Por otra parte, Batophora spp. es dominante
en Bahía Chetumal (Axis-Arroyo et al. 1998,
Cuadro 1), excepto en el sitio C1. Esto es, algunas
macroalgas indicadoras de contaminación
se presentan principalmente donde ocurren descargas
directas de aguas residuales, mientras
que Batophora spp. es eliminada.
Los nuevos registros para la Bahía de
Chetumal se pueden explicar por los escasos
trabajos ficoflorísticos que se han efectuado en
la zona de estudio (Huerta-Múzquiz y Garza-
Barrientos 1980, Huerta-Múzquiz et al. 1987).
La riqueza de la flora béntica registrada en
el muestreo de mayo de 1991 fue de 25 taxa.
El sitio 4 (Bacalar Chico) fue el que presentó
mayor riqueza (13 taxa, Cuadro 1). Esto puede
explicarse por la influencia de aguas del Mar
Caribe, ya que ese sitio se encuentra ubicado
en un canal de comunicación entre la Bahía
de Chetumal y ese mar, con mayor número de
especies algales (Littler y Littler 1997). En contraparte,
el resto de los sitios, ubicados dentro
de la Bahía de Chetumal, con promedio anual
bajo de salinidad (13‰, Gasca y Castellanos
1993), en general presentaron riqueza específica
baja (Cuadro 1).
Es importante señalar que la distinción
entre las dos especies de Batophora presentes
en la Bahía de Chetumal sólo se puede efectuar
cuando las plantas se encuentran en reproducción,
ya que los caracteres vegetativos son
indistinguibles entre B. oerstedii y B. occidentalis
(Gómez-Poot et al. en prensa). Por ejemplo,
la talla de ambas especies (Fig. 3) no fue
significativamente diferente en las dos fechas y
cinco sitios de colecta. Sin embargo, el largo de
sus gametóforos (Fig. 5a) y diámetro de gametangios
(Fig. 5c) fue claramente diferente entre
ambas especies.
Ninguna de las mediciones vegetativas y
reproductivas efectuadas en Batophora oerstedii
y B. occidentalis indicaron influencia de
la contaminación en la Bahía de Chetumal,
del sitio 1 al 5. Por ejemplo, las plantas más
largas de B. occidentalis ocurridas en mayo
(Fig. 3a) se encontraron en el sitio 2, mientras
que en octubre (Fig. 3b) esto ocurrió en el sitio
3. De manera similar, tallas equivalentes de las
dos especies se encuentran en sitios con más
influencia de contaminación orgánica (sitio
1), y en otros alejados de las fuentes de contaminación
de la cuidad de Chetumal (sitios 2 y
5, en mayo, y 2 y 4, en octubre, por ejemplo).
Conclusiones similares se obtienen al analizar
las mediciones de gametóforos y gametangios
(Fig. 5). Es decir, las dos especies Batophora
no mostraron cambios vegetativos ni reproductivos
consistentes, como los registrados en otros
trabajos (Censen 1984, Levine 1984, Turubí et
al. 1985, Haglund et al. 1996, Amado 1997).
En otras palabras, las mediciones realizadas en
B. oerstedii y B. occidentalis no parecen “anticipar”
o dar signos de la presencia de materia
orgánica, por lo que no se podrían considerar
como especies indicadoras de contaminación
(McCormick y Cairns 1994).
Las diferentes respuestas reproductivas de
Batophora oerstedii y B. occidentalis en los
sitos de estudio y las diferencias en sus ciclos
reproductivos de plantas maduras e inmaduras
Rev. Biol. Trop. (Int. J. Trop. Biol. ISSN-0034-7744) Vol. 54 (2): 341-355, June 2006 353
(Fig. 4) posiblemente también originan que
el reclutamiento de ambas especies ocurra en
tiempos diferentes, lo cual pudiera ayudar a
disminuir la competencia por espacio entre
ambas. Diferencias en fenología reproductiva
se han sugerido como procesos que permiten la
coexistencia de plantas vasculares (Bengtsson
et al. 1994), y el estudio de Marinho-Soriano et
al. (1998) muestra un ejemplo de coexistencia
de dos especies de Gracilaria (Rhodophyta) que
presentan fenologías divergentes. De manera
similar, las estrategias reproductivas de B. oerstedii
y B. occidentalis probablemente ayudan a
que coexistan tan cercanamente (ocupando las
mismas rocas) en la Bahía de Chetumal.
AGRADECIMIENTOS
D. Esquivel-Moreno por su apoyo en la
recolección de macroalgas. A la SEMARNAP
por haber financiado la mayor parte del trabajo,
a través del proyecto “Bioindicadores Bénticos
de la Bahía de Chetumal”, y por haber proporcionado
una beca de investigación a S.G.J.F.
RESUMEN
Los componentes de la flora béntica, y mediciones de
partes vegetativas y reproductivas de Batophora oerstedii
y B. occidentalis (Chlorophyta) se registraron en cinco
sitios de la costa Oeste de la Bahía de Chetumal, donde
se ha registrado la existencia de un gradiente de contaminación
orgánica. La colecta de flora se realizó en mayo y
Octubre de 1999, meses incluidos en las épocas climáticas
de secas y lluvias, respectivamente. Se registraron 40 taxa
de vegetación béntica, de los cuales 11 representan nuevos
registros para la Bahía de Chetumal, y 6 para el Caribe
Mexicano. Especies de Enteromorpha estuvieron presentes
en ambientes ricos en materia orgánica, tanto de origen
urbano, como natural. En los desagües de la Bahía de
Chetumal existen especies indicadoras de contaminación,
pero la ausencia de Batophora spp., dominante en esta
laguna costera. Los caracteres morfológicos de B. occidentalis
y B. oerstedii a lo largo de los cinco sitios de muestreo
no reflejaron la presencia de contaminantes. Ambas
especies presentaron diferencias significativas en su largo
y ancho de gametóforos, y en el diámetro de gametangios.
Las diferencias en estrategias reproductivas probablemente
ayudan a que B. oerstedii y B. occidentalis puedan coexistir
cercanamente en la Bahía de Chetumal.
Palabras clave: Enteromorpha, flora béntica, contaminación,
coexistencia, Caribe, Península de Yucatán.
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