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COZUMEL. HISTORIA. Tomado de: Portal del Municipio de Cozumel.

03.02.2011 13:59

 

Historia
 
Los vestigios de ocupación humana mas antiguos, conocidos en la Isla, datan de los primeros años de la Era cristiana y se atribuyen a ocasionales asentamientos de grupos nómadas del caribe, procedentes de la cuenca marina a la que dieron nombre, mismos que, poco a poco, bajo la presión de grupos mas organizados social y culturalmente fueron desplazados del todo. Ese nuevo grupo humano cuya llegada se estima alrededor del siglo IV d.C, fue el de los mayas, específicamente los mayas putunes o putúnitzaes, tribu procedente de la región limítrofe de Campeche y Tabasco, eran excelentes marinos, comerciantes y guerreros, navegaron desde su región original a lo largo de las costas de la península y llegaron hasta Centroamérica. Años mas tarde parte de ese grupo tribal pasó a tierra firme, se interno en ella y fue quien fundó Chichén Itzá.

El grupo colonizador de Cozumel, hizo de la Isla un importante punto comercial y le imprimió su sello cultural, destacándose dos puntos: la implantación del culto a Ixchel, diosa madre, patrona del tejido, la fertilidad, la preñez y el parto, identificada con la Luna, haciendo de la Isla su principal santuario y la asignación del topónimo que aunque deformado aun identifica a la Isla. Originalmente el nombre maya fue Cuzaam luumil, por apócope se convirtió en Cuzamil y por deformación fonética, los hispanos lo transformaron en el Cozumel que utilizamos actualmente. Etimológicamente el toponímico puede dividirse así: Cuzam: golondrina; Luum: tierra o lugar e IL: de perteneciente a. Literalmente puede por tanto traducirse como lugar o tierra de golondrinas.

La cultura maya en Cozumel, alcanzó su máximo nivel alrededor del siglo XVI d.C cuando fue un emperio comercial con nexos con otros centros, desde el golfo de México, hasta la costa centroamericana. Paralelamente, tuvo un importante auge religioso, al convertir el santuario de la diosa Ixchel en centro de peregrinación para toda mujer del mundo maya quienes por lo menos una vez en su vida, según dictaba su religión, debían visitar a la diosa para tener una vida fértil y felices alumbramientos.

De esa época, finales del clásico maya, provienen algunos de los edificios que han llegado hasta nuestros días, aunque otros, la mayoría se levantaron en la etapa posclásica y muestran signos de decadencia en la calidad de su construcción.

Aunque a lo largo y ancho de la Isla se han identificado mas de treinta sitios arqueológicos, los estudiosos han determinado la ubicación de por lo menos cuatro poblados principales: XAMAN CAB (Tierra del Norte) o AXMAN-HA (Agua del Norte), puerto principal de arribo y centro comercial donde esta hoy la actual ciudad de Cozumel. TANTUN CUZAMIL (Piedra plana del lugar de golondrinas) centro religioso y administrativo conocido hoy como San Gervasio. OYCIB (nido o miel de abejas) centro agrícola, al que ahora conocemos como El Cedral y Buena Vista en la costa oriental, cuya vocación se considera fue de vigilancia costera y pesca en menor escala, y se desconoce su nombre maya.

Esa organización político-administratrativa-teocrática se rompió en 1518 con la llegada a Cozumel de cuatro navíos al mando de Juan de Grijalva, hispano enviado por el Gobernador de Cuba Diego de Velásquez. Los cronistas de la época, dejaron plasmado su asombro por hallar por primera vez en nuevo mundo edificios de piedra y calles niveladas y trazadas con rectitud, pues en todas las Antillas nunca habían hallado tales.

Al llegar los españoles, se toparon con una civilización que en algunos aspectos superaba en conocimiento al mundo europeo. Los mayas de entonces, poseían un sistema de escritura, un calendario más exacto que el europeo, conocimientos astronómicos sobre Venus, Marte y otros planetas, capacidad para predecir eclipses y sobre todo avanzados conocimientos matemáticos, con una numeración vigesimal, utilizando el concepto del cero y capacidad para realizar complicados cálculos, desde siglos antes de que se conociera ese adelanto en Europa.

Tenían también amplios conocimientos en los campos de la medicina y de las plantas curativas y eran consumados arquitectos. Su sistema político tenía como base la teocracia militar y su organización social tenía como fundamento una estricta división de clases. Su religión era politeísta, inspirada en la naturaleza pues adoraban a los astros, a los elementos y a los fenómenos naturales. Concibieron la dualidad del bien y del mal y tuvieron un principio de Monoteísmo al adorar a HUNAB-KU, “un solo Dios” creador del mundo y de la vida a partir del maíz.

Otros dioses del panteón maya fueron: ITZAMNA, señor de los cielos de la noche y del día, inventor de la escritura y del calendario, CHAC, dios de la lluvia y por extensión, de la agricultura, junto con YUMKAAX, dios joven del maíz, X´CHEL o IXCHEL, esposa del Itzamná, KUKULKAN, señor del viento, también llamado Huracán en su forma tempestuosa e IC en la forma suave.

Adoraban también a XAMAN-EK. La estrella polar, deidad de los viajeros y a AH-Puch señor de los muertos. Creían también curiosamente, que antes que ellos habían habido otros hombres pero que los dioses, para castigar su maldad los habían destruido con un diluvio. Se cree que el primer contacto entre los hispanos y los mayas, se dio desde 1502; en ese año, durante el cuarto y ultimo viaje de Colón a América, en las islas Guanajas, en el golfo de Honduras se encontró con una gran canoa repleta de mercancías; No es descabellado deducir, que tales viajeros eran comerciantes procedentes de Cozumel en ruta hacia América Central.

En 1506, Juan Solís y Vicente Yánez Pinzón, antiguos compañeros del Gran Almirante, navegaron muy cerca de la costa de la Península, pero no avistaron la tierra y si lo hicieron no dejaron constancia escrita de ello. Curiosamente, los primeros hispanos que pisaron tierras mayas, lo hicieron ignorando totalmente a donde habían arribado, eran náufragos de un navío que en 1511 salio de Panamá para Santo Domingo y se fue a pique cerca de Jamaica, se cree que casi veinte sobrevivieron y arribaron a las costas de Yucatán, de ellos solo dos vivían aun cuando los hispanos “descubrieron” la región, Jerónimo de Aguilar, se reunió con los suyos y fue interprete del conquistador Hernán Cortés; el otro, Gonzalo Guerrero, casado con un dama maya, fue el padre del mestizaje mexicano y murió años mas tarde combatiendo del lado indígena, contra sus antiguos compañeros.

La primera visita registrada de españoles a nuestras costas, fue tan circunstancial como la de los náufragos, aunque no en situación tan dramática. En 1517, el entonces Gobernador de Cuba Diego Velásquez, organizo una expedición de captura de esclavos en las islas cercanas, misma que puso al mando del capitán Francisco Hernández de Córdova. Desviados por las corrientes, los buques se internan en aguas desconocidas y las primeras tierras avistadas fueron, Isla Mujeres y Cabo Catoche. Después de rodear la península y ser rechazados por los guerreros mayas en todos los puntos donde intentaron desembarcar, los expedicionarios retornaron a Cuba, llevando la noticia de la tierra nueva y algunos objetos de oro, con la que se despertó la codicia de los que vivían en la Isla.

Un año después, en Mayo de 1518, zarpó una nueva expedición Al mando del Capitán Juan de Grijalva, el 3 de Mayo arribaron a Cozumel, a la que llamaron de la Santa Cruz, por ser la festividad cristiana de ese día, los días siguientes bordearon la costa y desembarcaron hasta el día 6.

Después del desembarco, posiblemente en el área cercana a la actual unidad habitacional militar, tuvo lugar el ritual de la toma de posesión en nombre del monarca español y se celebró la primera misa católica documentada en territorio mexicano oficiada por el capellán de la expedición, el sacerdote Juan Díaz Núñez, dos días después partieron.

Al año siguiente, en febrero de 1510 una nueva expedición partió de Cuba, venía al mando del extremeño Hernán Cortés y Pizarro esta vez el animo era el de ocupar y posesionarse de las nuevas tierras y se componía de once naves y mas de 500 hombres. Llegados a Cozumel, donde hicieron acopio de agua y bastimentos, Cortés pasó revista a sus tropas, su capellán celebró misa y algo muy importante, se le incorporo el antiguo naufrago Jerónimo de Aguilar, quien le sería de gran ayuda como interprete, aunque mas adelante fue relegado en esa función por Doña Marina

Habiendo salido Cortés de Cuba, en 1520 envío una nueva expedición a la que pudiera llamarse punitiva; desafortunadamente en las filas de Pánfilo de Narváez, su capitán, venía un enfermo de viruela, mal desconocido en el medio y que causó una gran mortandad entre los nativos al carecer de defensas naturales, de modo tal que de casi 20,000 habitantes que se calcula habían en Cozumel en 1518, para 1526, solo ocho años mas tarde, quedaban escasos tres mil.

La irrupción de la conquista cuyo peso poco a poco se inclino hacia el centro del país y la creación de nuevos centros de poder político y económico, desvío del Caribe Mexicano el movimiento comercial y Cozumel de ser un floreciente emporio, poco a poco paso a ser un sitio en decadencia, escasamente poblado.

La época colonial fue casi intrascendente para Cozumel; realizada la conquista de Yucatán, en los primeros años del siglo XVII, reducida la población a menos de 200 habitantes, el gobernador de Yucatán, dispuso la evacuación total de la Isla, así casi todos fueron trasladados al poblado de X´CAN, Yucatán, a donde llevaron el culto a San Miguel que habían iniciado en 1526, aunque algunos se escondieron en la selva para no emigrar.

En los primeros años del 1800, un marino de origen español, mezcla de comerciante, funcionario publico y pirata, navegaba con frecuencia por las aguas peninsulares; elaboró incluso una curiosa pero muy compleja guía de navegación desde la laguna de Términos hasta puerto Barrios en Guatemala, señalando puntas ensenadas, bahías, bajos, cayos, arrecifes, etc. Como base de sus viajes marítimos, estableció en 1819 un pequeño rancho en Cozumel , al que llamo coincidentemente San Miguel, no por haberlo fincado en el mismo sitio que siglos atrás había sido bautizado así, si no porque su nombre de pila era precisamente ese, Miguel Molas, fue él mismo quien bautizo con su apellido el extremo noroeste de la isla y fue hasta su muerte el amo y señor de toda la costa de lo que es hoy Quintana Roo, murió cerca de Tulum, después de un combate con fuerzas del gobierno.

De esa época queda el testimonio de restos de naufragios, alrededor de la Isla y numerosos relatos de tesoros enterrados en playas solitarias, caletas escondidas y desconocidos esteros.

El semi abandono de la Isla llego a su fin en 1848, un año antes en el pueblo de Tepic, los campesinos mayas cansados de siglos de explotación, se levantaron en armas contra sus explotadores iniciando el 30 de Julio de 1847 la mal llamada Guerra de las Costas, en realidad una guerra social campesina, una a una todas las poblaciones cayeron en manos de los rebeldes quienes saqueaban, mataban e incendiaban sin compasión, al caer Valladolid en marzo de 1848, veintiún familias sobrevivientes de la matanza, buscaron refugio en la Isla. De ese primer núcleo, un año después el congreso de Yucatán, al que se pertenecía políticamente, concedió categoría de pueblo a San Miguel del cual nació nuestra actual cabecera Municipal.

Esas veintiún familias llegadas originalmente tenían un gran sentido de organización y para 1850 contaban con un consejo municipal, Juez de paz y guardia cívica, en ese año se elaboró un censo que ha llegado a nuestros días y en el se consignan 324 habitantes, sin incluir menores de edad.

Es interesante subrayar, que los descendientes de esos pioneros son, después de cinco o seis generaciones viviendo en Cozumel, en su gran mayoría dirigentes sociales, políticos o empresariales. Quienes originalmente llegaron en busca de refugio, poco a poco se fueron arraigando hasta consolidar una identidad isleña. En 1865 abrió sus puertas una escuela de primeras letras, dos años mas tarde inicio sus labores el registro civil e incluso se generó un documento en el que los jefes de familia ratifican su apoyo a la republica y al presidente Juárez. En la vertiente económica la segunda mitad del siglo XIX, se vio marcada por la actividad agrícola de subsistencia y un incipiente desarrollo pesquero y comercial. En la cercana costa peninsular en tanto, los campesinos rebeldes seguían ejerciendo su dominio, tan es así que en 1894, un pequeño Cozumeleño en ocasional estancia en Tulum, fue secuestrado y vivió una aventura novelesca entre sus captores mayas, pues de prisionero y esclavo, fue ascendiendo en la escala social hasta alcanzar la jerarquía de jefe de la Tribu que lo capturó.

En los primeros años del siglo XX, con la fundación de la hoy ciudad capital Chetumal, la caída de la capital rebelde de Chan Santa Cruz, hoy Carrillo Puerto y sobre todo la creación del territorio Federal de Quintana Roo en 1902, se da la apertura de nuevas opciones económicas y así se desarrollo la explotación de maderas tropicales, de la resina del chicozapote y el fomento de ranchos a lo largo de las costas, siendo Cozumel el lugar donde se concentraba la producción y desde donde se enviaba al exterior.

Bajo ese signo de tranquilidad transcurrió la primera mitad del siglo, solo alterada por la celebración del primer centenario de la Independencia, cuando se inaugura la torre y el reloj publico en el parque Juárez en 1910, la irrupción de la revolución en 1915, ocasión en que es incendiada la Iglesia que se hallaba frente al parque, la revuelta de la huertista en 1924, con motín y asalto al antiguo palacio municipal y desde luego, el auge de la obra pública durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas en la República y del General Rafael E. Melgar en el territorio Federal. De esos días datan el muelle Fiscal, la explanada de la bandera y la avenida costera, asimismo se concluyen la escuela primaria, el palacio de gobierno, se dota de juegos infantiles al parque y se construyen el rastro y el mercado publico, entre otras acciones como el actual edificio del museo de la Isla, el cual originalmente era un hotel.

Adicionalmente en 1903, 1916, 1921, 1936, 1938, 1942 y 1951, huracanes de gran intensidad azotaron la Isla y la región, destruyendo edificios y vegetación, cabe subrayar que no hubo pérdida de vidas en ninguna ocasión, al menos en la Isla.

Al iniciarse la segunda mitad del siglo pasado, las actividades económicas tradicionales entraron en crisis, en parte como secuelas de los fenómenos naturales y en parte como consecuencia de la depresión económica posterior a la segunda Guerra mundial, y puesta la comunidad en una encrucijada, encontró en el turismo una nueva opción de trabajo. El autentico pionero de la actividad fue el norteamericano Ilya Chamberlain promotor del primer hotel turístico por 1960, el “Maya Luum”, a el siguieron los señores Fernando Barbachano con el “Isleño”; Miguel Joaquín con el “Playa”, hoy museo y el “Playa Azul”, Raúl González con “Cabañas” y en el centro urbano, Miguel López, con el “López”, Ramón Villanueva con el “Mesón de San Miguel” y otros empresarios con centros de hospedaje mas modestos. De igual modo surgieron los primeros restaurantes del Sr. Daniel Arjona el “Chichen Itzá”, frente al costado sur del parque y el “Pepes” al pie del muelle, de los Sr. Roberto Ruiz, antes de ellos solo habían fondas familiares como la “Casa Dennis” y la del “Capitán Candela”, de ellos se derivaron todos los que hoy son una sólida y prestigiada actividad gastronómica. Paralelamente a iniciativa de, entre otros, los señores Julio Blanco, Julio Mac, José Abdala, Domingo Hernández, por mencionar algunos, surgió el sindicato de Taxistas y poco a poco fueron naciendo mas empresas y organizaciones conectadas con la actividad turística, a fines de los sesenta, la actividad hotelera tuvo un auge con la construcción del hotel Presidente, primer establecimiento del ramo, ajeno al capital local o regional.

En la década de los 70 se inició regularmente el arribo de cruceros turísticos, segmento del sector que ha hecho de Cozumel el principal puerto de arribo de México y del Caribe y uno de los principales del mundo. El primer buque en visitarnos se denominaba “Ariadne” de bandera de Bahamas, posteriormente solían arribar el “Reinssance” Francés y el “Odessa” de bandera rusa, en aquellos inicios los arribos eran ocasionales.

En la actualidad, con escalas programadas con meses (años) de anticipación, los cruceros turísticos en número superior a 1400 arribos, constituyen la columna vertebral de la economía local. Pues de los 3 millones 400 mil visitantes, casi el 90 % llegan por ese medio y los demás lo hacen por vía marítima desde Playa del Carmen y vía aérea de diversas rutas nacionales y extranjeras.
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