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CECILIO CHÍ. Por José Luis Ruz Escalante

19.08.2010 16:10


CECILIO CHÍ

En el contexto de la Guerra Social de 1847, o llamada igual "de Castas", el Batab de la antigua República India de Tepich Cecilio Chí conformó una ideología libertaria y de comunión con su cultura ancestral maya. Igualando su visión de un pueblo libre con la realidad, conspiró con Manuel Antonio Ay y Jacinto Pat para levantarse en armas contra el gobierno yucateco y el gobierno federal.

La expansión de las haciendas, provocada por la ruptura con España y sus Colonias - como Cuba - a consecuencia de nuestra Independencia y la consecuente falta de artículos como azúcar, aguardiente, panela, piloncillo, extraídos de la caña de azúcar, originó que las nuevas Leyes mexicanas permitieran la invasión de las tierras mayas tradicionales de pastoreo y rotación de cultivos. Esta situación de despojo de tierras, sumada la infinidad injusticias y crueldades cometidos permanentemente contra mujeres y hombres campesinos, desposeídos de lo esencial, había generado un clima ideal para el estallido de una guerra, que duraría más de medio siglo y fuera la más cruel y despiadada, la más extensa territorialmente y la más sangrienta y destructiva en cuanto a bienes. La peor de todas las guerras latinoamericanas indígenas ha sido la Guerra de Castas. Fue la última de una serie interminable  de levantamientos armados ocurridos durante trescientos años,  por la terrible explotación y latrocinio contra el pueblo maya.

Cecilio Chí fue un líder indígena Maya protagónico, un gran orador y estratega. Nació en el antiguo pueblo de Ti´pich, el lugar del árbol guanacaste, hoy Tepich,   actualmente Quintana Roo, en el año de 1820.

Traicionado por su mujer y su secretario, ambos le tendieron una trampa asesinándolo de un machetazo en la cabeza en su propia choza, donde su victimario lo esperaba encaramado en el caballete del techo, de donde se arrojó sobre Cecilio partiéndole la cabeza. Fue asesinado el 13 de diciembre de 1848. Su esposa, arrepentida huyó a la selva donde fue hallada tiempo después ahorcada. Se suicidó. 

Cecilio Chi es uno de los grandes personajes de Quintana Roo. Fue un caudillo maya que se distinguió por su constante lucha y fuerza heroica en defensa de los mayas durante la insurrección maya en 1847, por lo que resulta justa en su dimensión instituir con su nombre la medalla para reconocer a aquellos ciudadanos o agrupaciones que se distingan por tener como causa la lucha para preservar la identidad y el patrimonio cultural de la etnia maya.

En 1842 había participado en la defensa de Campeche lo que le permitió conocer la organización militar. Lo habían reclutado al igual que otros cientos de hombres mayas y les enseñaron el manejo de las armas y diversas técnicas y estrategias bélicas En 1846 se encuentra de nuevo en Tepich ejerciendo las funciones Batab, es decir de hombre principal

Cecilio igualmente participó en la organización de una rebelión en contra de la dominación y explotación de los criollos en la región. Coordinó la insurrección entre otros con Manuel Antonio Ay, el Cacique de Chichimilá, y Jacinto Pat, con el propósito de constituir una nación maya independiente de México, que respetara los derechos de los indígenas.

 Inicio de la Guerra de Castas

La rebelión estalló violentamente arrasando todos los pueblos peninsulares. Explotados contra explotadores que se denominó guerra de castas, e inició el 30 de julio de 1847 como hemos dicho en el ancestral pueblo de Tepich, que estuvo constituido como República India durante la Colonia,

El pueblo indignado por el dramático fusilamiento de Manuel Antonio Ay, Batab de Chichimilá, compartía el  sueño libertario y anhelaba su propia independencia. Al ser  descubierta la conjura al habérsele encontrado una carta precisamente de Cecilio Chí, en la que se discutían cuestiones sobre la estrategia de la lucha, Manuel Antonio Ay es detenido y ejecutado públicamente en un barrio de Valladolid lo que fue la chispa que aceleró el movimiento. El sitio donde se reunían a conspirar fue la Hacienda Kulumpich de Jacinto Pat, debajo de ella, en una caverna donde almacenaban armas y municiones.

Kulumpich fue un pueblo prehispánico Maya con arquitectura monumental, que todavía se conserva en buena parte en los terrenos de la hacienda. Fue una hacienda ganadera y agrícola propiedad de Jacinto Pat, quien al parecer también tenía  una casa en Tihosuco. 

El fusilamiento de Ay fue lo que precipitó el inicio de las hostilidades, cuando el ejercito del gobierno de Yucatán, ingresó en Tepich buscando a sus cómplices, quemando las casas y castigando severamente a la población maya del pueblo. Eso fue lo que movió a Cecilio Chí a entrar en acción en la fecha señalada.

Duración y motivos de la guerra

La guerra habría de durar por más de medio siglo, hasta que en 1901, muertos todos los iniciadores mayas de la misma, el ejercito del gobierno federal mexicano recuperara el último bastión de los rebeldes mayas: el poblado de Chan Santa Cruz. A lo largo de la lucha que se libró, los líderes indígenas y sus seguidores fueron desacreditados por los blancos, quienes los presentaban como sanguinarios, sádicos, enemigos del progreso y la cultura.

Entre los habitantes de Yucatán y de México, en lo general, surgieron posiciones contradictorias para terminar con las insurrecciones indígenas. Había quienes proponían el exterminio de los rebeldes y sus seguidores, mientras que otros postulaban la integración de los indígenas a la moderna sociedad mexicana.

Los pueblos mayas de Yucatán se negaron a seguir siendo exaccionados por la población blanca y lucharon para salir del regimen de opresión en el que vivían. Como parte de su lucha atacaron y tomaron violentamente diversas localidades controladas por los criollos, entre ellas Chemax y Valladolid, ambas en Yucatán, y se refugiaron en el oriente de la península. El proyecto de buena parte de los rebeldes era lograr la expulsión total de los blancos de las tierras mayas en la península de Yucatán. La guerra de castas iniciada por Ceciclio Chí, entre otros, duró más de medio siglo. 

El nombre de Cecilio Chí, y de Jacinto Pat, fueron colocados con letras doradas en el recinto oficial del H. Congreso del Estado, en Chetumal, consignados en nuestra historia como héroes.

 

 

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