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"ANDANZAS A JERÓNIMO DE AGUILAR" De Francisco de Terrazas. Siglo XVI.

16.08.2010 13:54

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Francisco de Terrazas: Andanzas a Jerónimo de Aguilar

 

 

Hablando con los que iban delanteros,

-"Decid, señores-dijo-, ¿sois cristianos?"

-"Sí somos, -le responden-, no extranjeros,

y naturales somos castellanos."

Y él los llorosos ojos lastimeros

alzando al cielo, juntas ambas manos,

estando en la arena arrodillado

dijo: -"Seais, mi Dios siempre alabado!".

___

Deshácese llorando de alegría,

haciendo gracias al bendito Cristo,

que ya por su bondad libre se vía

del largo cautiverio en que se ha visto,

de la infiel y dura tiranía

del bárbaro poder del Anticristo;

si es Miércoles, entonces preguntaba,

que aún unas Horas tiene en que rezaba.

Andrés de Tapia llega a levantarlo

Y todos a dar gracias le ayudaron;

uno a uno vinieron a abrazarlo

y de placer con él todos lloraron.

Al Capitán acuerdan de llevarlo,

que en ir adonde está poco tardaron

mil cosas preguntando y respondiendo,

consigo esótros tres también trayendo.

___

Como, venido ya a su propia tierra,

es recibido el hijo peregrino

que tenido por muerto fue en la guerra

y acaba en cas del padre su camino,

que el un hermano y otro con él cierra

abrazando al hermano que le vino,

ya ún no le dan lugar de ver la madre

ni de besar las manos a su padre;

___

así corriendo de una y otra parte

como si fuera hermano muy querido,

vinieron todos luego de aquesta arte

a ver a su español recién venido,

que apenas de un abrazo se desparte

cuando otro y otro está con él asido,

sin dar casi lugar de esta manera

de poder ir a do Cortés lo espera.

___

Llegado a su presencia y de la gente,

a besarle las manos se arrodilla,

y como a aquél por quien librar se siente

llorando de ternura se le humilla.

Cortés lo recibió amorosamente,

también enternecido a maravilla:

vestirlo manda, y que le cuente a una

quién es y cuál ha sido su fortuna.

___

En todos no quedó corazón fuerte

que viéndole llorar dolor no sienta,

y dijo: -"Aunque no sé en qué modo acierte

de tanta desventura a daros cuenta,

atento oíd, señor, mi triste suerte

que aún su memoria, el alma me atormenta:

jerónimo mi propio nombre ha sido

y tuve de Aguilar el apellido.

___

En Ecija nací, y a Dios pluguiera

que en Ecija también me sepultara

y el juvenil hervor no me trajera

do tanta desventura me hallara;

en casa de mis padres me estuviera

y con mi suerte allí me contentara,

que no me ha sido el cielo tan avaro

que no me diese un padre rico y claro.

___

El año de once fue la suerte dura

que para la Española dimos vela,

y al triste fin, a fin tan sin ventura,

nos lleva una pequeña carabela.

Llegando a Jamaica muy segura

de estar cerca del corte de la tela,

en los bajos de Víboras caímos

do el oro y nave y todo nos perdimos.

___

Como aventado ciervo va corriendo,

espesas matas y árboles saltando,

que del ruido solo va huyendo

a la encubierta red enderezando:

Así nosotros, con buen tiempo yendo,

incautos nuestro mal no recelando,

primero nos hallamos ya perdidos

que fuésemos del daño prevenidos.

___

Digo que vimos la infelice tierra

del malvado cacique Canetabo;

que si crueldad, que si maldad se encierra

en el reino infernal de cabo a cabo,

la suma, el colmo de ella, en paz y guerra,

se vio en aqueste solo por el cabo:

horrenda catadura, monstruosa;

ronca la voz, bravísima, espantosa.

___

La cara negra y colorada de vetas,

gruesísimo xipate por extremo,

difícil peso para dos carretas;

debió ser su figura en Polifemo.

Deizne y sangre entrambas manos prietas,

bisojo, que aun soñarlo agora temo;

lo dientes y la boca, como grana,

corriendo siempre de la sangre humana.

___

Venimos a poder del monstruo fiero,

ala inhumana, a la bestial presencia,

cual simplecico al lobo va el cordero

pasando que su madre lo aquerencia,

que en los dientes se ve del carnicero

pagando con la vida la inocencia:

al sacrificio así fuimos llevados

creyendo que era a ser muy regalados.

___

Al triste de Valdivia echó las manos

para cenarlo luego al primer día,

que ya con unos golpes muy livianos

en vano su morir entretenía,

ya con promesas, ya con ruegos vanos,

porque con la flaqueza no tenía

más de sólo el sentir para sentirlo,

sin fuerzas ni poder de resistirlo

___

Como al pollo llevar suele el milano,

Que apenas se rebulle y se menea,

asi el flaco Valdivia clama en vano,

Forcejea entre sus brazos y pernea.

Echolo en un tajón de piedar llano,

Con tosco pedernal en él golpea:

sacóle el corazón vivo de pecho

y ofrenda a los demonios del ha hecho.

Oh buen Validiva, que tu muerte esquiva

Y el alma a Dios ofreces juntamente!

Si ya, en tu volutad, víctima viva

te haces de tu Diso omnipontente,

¿Qué demonio podrá ser que reciba

tu noble corazón dado en presente?

Mal quitarán ministros del infierno

el sacrificio hecho a Dios eterno.

___

Del casi vivo pecho palpitando

la sangre Canetabo había bebido,

cuando su cuerpo vi descuartizando

yen pequeños pedazos repartido;

mas porque está un banquete aparejando

y aquesta colación muy breve ha sido,

en otros cuatro hizo aquel malvado

pasar lo que en Valdivia había pasado.

___

Como en el rastro vemos los carneros

que uno a uno se van disminuyendo,

y al ojo y la voluntad de los jiferos

este y aquél y estotro van asiendo:

así los miserables compañeros

vimos llevar al sacrificio horrendo,

donde los cinco de ellos acabaron;

y en cebo a esótros siete nos guardaron.

___

Una jaula de vigas nos hicieron

de grosor indecible y de grandeza,

y a cebo como a puercos nos pusieron

en tanto que duró nuestra flaqueza.

Oh cuánta mayor hambre padecieron

por excusar un fin de tal crudeza,

pues toda la cuitada compañía

por no morir, de hambre se moría!

___

El tiempo de una fiesta se llegaba,

que suele ser de treinta en treinta soles,

la cual muy más solemne se esperaba

con plato de los tristes españoles:

el bárbaro instrumento resonaba

de rallos, huesos, gaitas, caracoles,

y aquello se entendía, sin experiencia,

que fue notificarnos la sentencia.

___

Dos cuchillos guardamos escondidos

que no sé como no nos los hallaron,

pues cuando en la prisión fuimos metidos

sin que quedase cosa nos cataron;

los maderos más bajos, escondidos,

con ellos a gastarse comenzaron,

como el que un monte de grandeza inmensa

a puñados de tierra acabar piensa.

___

El instrumento boto, chico y malos,

con que se fabricaba la salida;

la gran dureza de aquel grueso palo,

y la menguada fuerza enflaquecida:

tan gran labor, tan breve el intervalo,

quitaban la esperanza de la vida,

que si por no perderla se ayunaba

para poder salvarla nos dañaba.

___

Mas tanto hizo el miedo de la muerte

que ya, ya a los alcances nos venía,

que hubimos de romper la jaula fuerte

casi dos horas antes de ser día,

cuando del largo baile nuestra suerte

a todos ya cansados tenía,

de nuestra libertad muy descuidados,

en vino y grave sueño sepultados.

___

Del maldito estalaje nos libramos,

salimos del lugar sin guía alguna,

y con la luz escasa caminamos

del emulo del sol y de la luna,

hasta dar en un monte do esperamos

no la salud, no próspera fortuna,

sino tan solamente procurando

poder morir siquiera peleando.

___

Y allá, en la furia ardiente de la siesta,

habiendo sin parar gran tierra andado,

topamos al bajar de una gran cuesta

un pequeño escuadrón bien ordenado.

La poca gente de Aquincuz es ésta,

con Canetabo el fiero enemistado,

señor de un pueblo dicho Xamanzana,

tratabale gente y algo más humana.

___

Dijera de sus tratos y costumbres:

cómo hubimos la gracia desta gente,

puesto que en cautiverio y servidumbre

sin esperar mas bien perpetuamente.

Mas ya Calisto puesta en la alta cumbre

trastorna la cabeza al occidente,

y la callada noche se resfría

y a los ojos el dulce sueño envía.

___

Las guerras que acabamos y vencimos

En tiempo de Aquincuz, que fue muy breve,

y de Tascar su hijo, a quien servimos

espacio de ocho años o de nueve;

la mísera miseria que sufrimos,

el alma a renovarla no se atreve:

basta saber que en fin nos acabamos

y que otro solamente y yo quedamos.

___

En Chetemal reside ahora Guerrero,

que así se llama el otro que ha quedado;

del grande Nachamacán es compañero

y con hermana suya está casado;

Está muy rica y era marinero,

agora es capitán muy afamado:

cargado está de hijos, y háse puesto

al uso de la tierra cuerpo y gesto.

___

Rajadas trae las manos y la cara,

orejas y narices horadadas;

bien pudiera venir, si le agradara,

que a él también las cartas fueron dadas.

No sé si de vergüenza el venir pára,

o porque allá raíces tiene echadas.

Así se queda, y solo yo he venido,

porque él está ya en indio convertido.

___

Los ánimos de todos los oyentes

dejó de un miedo helado casi llenos;

los pelos erizados en las frentes,

los corazones muertos en los senos;

viendo que van a do se comen gentes,

adonde de piedad son tan ajenos,

do no valen palabras ni razones,

regalos, ni promesas ni otros dones...

 

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