NASA PROYECTA BASE ESPACIAL EN QUINTANA ROO. Tomado de: "La Crónica de Hoy"

La AEXA tiene oportunidades de participar en el turismo espacial
 

En 1957 México ya construía y lanzaba sus propios cohetes espaciales antes que la NASA; cinco años después contaba con una Comisión Nacional del Espacio. Para los Juegos Olímpicos, el país transmitía las competencias desde un centro de telecomunicaciones en Tulancingo, Hidalgo. Sin embargo, en 1977 desaparece el organismo junto con la oportunidad de México de seguir incursionando de manera directa en el espacio, con excepción de Rodolfo Neri Vela en el transbordador Atlantis en 1985.

Ahora, y después de seis años de gestación, la Agencia Espacial Mexicana (AEXA) comienza a constituirse, y además de los objetivos científicos que implicaría su consolidación, sus principales impulsores enfatizan las oportunidades económicas que significaría para el país.

“La AEXA no sólo contribuirá a resarcir el atraso tecnológico y dependencia del país, sino que además podrá ser una plataforma económica importante de desarrollo”, señaló Fernando de la Peña Llaca, principal impulsor de la agencia quien con su equipo de jóvenes colaboradores ha desarrollado un modelo para que la agencia arranque más rápido mediante una fábrica de tecnología “y recuperar el tiempo perdido” cuanto antes.

El Plan 020 del equipo AEXA, conformado por José Herrera, Guillermo Pérez y Mauricio Robles, entre otros, establece los pasos a seguir para la estructuración de la institución; dentro de él se halla además el modelo de “fábrica de tecnologías”, que establece una sinergia de trabajo entre industria, academia y gobierno, para crear patentes y empleos, refiere De la Peña, quien cuenta con el apoyo del astronauta de origen mexicano, José Hernández, para la creación de la agencia.

“Hay críticas de que esta es una propuesta de muchachos inexpertos, pero es el resultado de seis años de trabajo, donde nos asesoramos con gente capacitada, como Neil Armostrong, James Lovell y otros especialistas de la agencia espacial rusa y la NASA; es un proyecto consensuado, no es algo para nosotros si no para los jóvenes que sacarán adelante al país”, refirió por su parte Octavio Flores, miembro del equipo.

NICHOS DE OPORTUNIDAD. Durante la presentación del libro Agencia Espacial Mexicana una nueva oportunidad (Rodrigo Porrúa Ediciones), que recoge la experiencia de la creación, proyección de la AEXA y su contexto en la carrera espacial de manera sencilla, De la Peña refirió los nichos de oportunidad a los cuales México puede aspirar en esta incursión tecnológica.

Entre los principales se encuentra la participación de satélites pequeños, utilizando el conocimiento desarrollado y colaborando con empresas establecidas para así obtener una transferencia tecnológica.

“También tenemos experiencia en el área metal mecánica, de tal forma que podríamos participar en la construcción de componentes para vehículos todo terreno para exploraciones en la Luna o Marte”. De manera similar, añadió, se podría trabajar en textiles para la próxima generación de trajes espaciales.

“Otra área importante es el turismo espacial que crece; las agencias espaciales y empresas privadas se alistan para inaugurar esta nueva era de la comercialización de la órbita terrestre”.

Por su ubicación una plataforma de lanzamiento, ejemplificó, en Quintana Roo le ahorraría costos a las empresas para lanzar sus naves. “Por ejemplo, Virgin Galactics ya tiene una lista de 400 turistas, cada uno de los cuales pagó 200 mil dólares para viajar al espacio en 2012; sin embargo, posteriormente México tendrá una oportunidad competitiva en el ramo, pero si no avanzamos con velocidad hay muchos países más que pueden presentar sus ofertas”.

PRESUPUESTO. De acuerdo con el programa, después de su aprobación, el decreto de Ley se publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado mes de julio, pero se realizarán foros de consulta hasta febrero, un mes después se elegirá a su director.

De la Peña indicó además que aunque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no pidió presupuesto para la AEXA en 2011, este año se consiguieron 10 millones de pesos para comenzar su operación. No obstante, añadió, el proyecto está hecho de tal forma que progresivamente la agencia se financie con una inversión mixta, con participación de los gobiernos estatales y industria privada para que la federación sólo aporte el 30 por ciento.

Añadió además que el equipo ha estado en pláticas con la SEP para realizar un proyecto en el que se configuren planes de estudio de universidades para especialidades en materia aeroespacial.

“México fue pionero en la aviación, pero volteamos a otro lado y se perdió la oportunidad; después comenzamos a lanzar cohetes y a hacer investigación y también desaprovechamos ese momento. Esta es la tercera llamada y, si la atendemos, crearemos un nuevo eje económico para el país”, apuntó.