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LA RIQUEZA NATURAL DE QUINTANA ROO. FAUNA DE LA GRAN SELVA MAYA. Por: Georgina de la Parra Peniche

24.11.2010 12:39

 

La Riqueza Natural de Quintana Roo

Texto: Georgina De La Parra Peniche

Fauna de la Gran Selva Maya

Dos semanas atrás le presentamos un artículo introductoria a la gran selva maya que se extiende sobre un territorio de más de 250,000 metros cuadrados, en un área plana y casi carente de ríos, que abarca el sur de México, y sectores de Belice y Guatemala, y en esta ocasión ahondaremos en su fauna. 

Aunque devastada en muchos lugares, la gran selva maya constituye la masa forestal tropical más importante de América, después del Amazonas.  Esta compuesta por la más densa y exuberante vegetación, proporcionando el refugio perfecto para un gran número de animales, constituyendo una de las maravillas con mayor riqueza biológica, que nos proporciona una enorme variedad de beneficios y recursos.   Para conservar nuestros ecosistemas y con ello los principales atractivos del Caribe Mexicano y nuestra actividad económica, todo esfuerzo vale la pena.  Conozcamos mucho más, de la fauna menos conocida de esta gran selva maya.

Los pequeños mamíferos insectívoros que habitan la gran selva maya, como las musarañas, son indispensables para mantener una cadena ecológica impresionante y sin ellos seríamos víctimas muy posiblemente de invasiones de saltamontes, grillos, escarabajos etc.  En ella también habitan los armadillos, ratas y ratones silvestres, ardillas, conejos, puerco espines, mapaches y un carnívoro-insectívoro, frugívoro conocido como oso mielero o “martucha”  y aún más,  los llamados localmente zorros o tlacuaches  del orden de los marsupiales que son más insectívoros que frugívoros, y  los importantísimos murciélagos con un peso de entre 30 y 80 gr. que se alimentan de néctar y frutas, polinizando las flores y dispersando anualmente 90 kilos de semillas de cientos de especies de plantas y sin los cuales habría una catástrofe natural, porque son esenciales para la estabilidad de los ecosistemas.  Los que son básicamente insectívoros se alimentan de insectos  como mosquitos, mariposas nocturnas (cuyas larvas atacan las plantas), escarabajos y así por el estilo.  Y vale la pena mencionar que el único vampiro peligroso -y no para el hombre- es el llamado de patas pelonas, porque ataca al ganado, pudiendo transmitirles la  rabia paralítica.  Los vampiros –hay que precisarlo- sólo pueden atacar a un ser humano ocasionalmente y en defensa propia, no son vampiros, eso sólo es un mito en las películas.

La selva maya es también la casa de muchas aves pertenecientes a más especies que en toda Europa y de los más variados tipos, hábitos y tamaños, y las cuales en su búsqueda de alimento y en su lucha por la sobrevivencia cumplen importantes  tareas de control de plagas, fecundación de flores y dispersión de semillas.  Por mencionar sólo a algunas tenemos a la gallina de monte, al pavo de monte, a la pava cojolita, al hocofaisán y a la chachalaca que dan a la selva su característico ambiente sonoro junto con tórtolas, palomas, loros, pericos, cotorras, y loritos.  Aves de presa, elementos importantes en el equilibrio natural de la selva, como halcones, gavilanes, águilas, milanos, halconcillos, aguilillas, guacos, caracaras y cernícalos que se alimentan de pequeños mamíferos, aves, reptiles, grandes insectos y carroña.  Cazadores nocturnos de vertebrados son los búhos, tecolotes y lechuzas y las hay de muchos tipos.  Otras aves nocturnas, pero de familias diferentes son  los tapacaminos que se alimentan de insectos.  No olvidamos a los diminutos y hermosos colibríes, a los pájaros carpinteros y hay una quincena de especies de la región..  Uno de los más pequeños es bien conocido como el carpintero yucateco.  Urracas, cuervos, zanates, ruiseñores, cardenales, momotos, tucanes y tucanes reales, enumeran una lista interminable de maravillosas aves, estos últimos que han estado amenazados por la destrucción de su hábitat, y la captura de ejemplares para su venta como ave de ornato.  No podemos dejar de mencionar a los carroñeros por excelencia: los zopilotes, de los cuales hay 4 especies en la región y a los que agradecemos que se encarguen de eliminar cadáveres de animales.  Y para terminar esta incompleta descripción de la avifauna de la gran selva maya, señalamos que un alto porcentaje de las especies que la componen son migratorias y que cada año durante los meses cálidos viajan hacia el norte. Cuando el invierno comienza emprenden el regreso hacia acá.  Es un viaje extraordinario, porque deben remontar de ida y vuelta el Golfo de México, volando 1,000 kilómetros de un tirón, lo cual significa volar cerca de 40 horas sin descanso, alimento o agua, y son las aves más pequeñas, las que caben en la palma de nuestra mano las que emprenden estos viajes, como calandrias, abejeros, verdines, y diminutos colibríes.

Según algunos cálculos en este portentoso movimiento migratorio anual participan entre 2,000 y 5,000 millones de aves y la tercera parte son habitantes de la gran selva maya.  Esto significa que cada temporada invernal la avifauna de la región se enriquece por lo menos con 700 millones y tal vez con más de 1,800,000 ejemplares, de más de 190 especies diferentes.  Tan solo en los 1,500 kilómetros cuadrados de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an se instalan probablemente 1,000,000.

En la gran selva maya existen un promedio de 70 especies de serpientes.  Muy pocas resultan peligrosas, pero todas son útiles porque contribuyen al control de población de diversos animales que podrían convertirse en plagas.  Las más pequeñas llegan apenas a 30 cm de longitud y entre las más grandes esta la boa constrictor, oxcan en maya, que mide de 4 hasta 6 metros.  Entre las serpientes, las culebras no representan ningún peligro para el hombre, mientras las víboras sí.  En el agua tenemos la llamada arroyera que llega a medir 3 metros y no es venenosa y a la bellísima petatilla con gran colorido en sus escamas y también inofensiva para el hombre. También inofensivas son la ranera bronceada, las cordelillas y las bejuquillos, que si son venenosas pero tienen los dientes inyectores de veneno situados muy adentro de la boca, no en el frente y su mordedura no resulta por ello muy peligrosa aunque puede causar ulceraciones.  En contraparte tenemos al temible coralillo que aunque inyecta muy pequeña dosis de veneno es suficiente para paralizar el corazón y los músculos del diafragma. Tienen unas bandas transversales por todo el cuerpo a manera de anillos de color rojo, amarillo y negro.  Son muy pequeñas –de 20 a 100 cm y son poco agresivas.

Las feroces Nauyacas o cuatro narices, en maya can-ni, la más peligrosa es conocida como Nauyaca real.  De metro y medio a 2 metros y medio es la víbora más distribuida en América, y muy prolífica.   La víbora de cascabel que vive en el trópico llamada víbora real, mide alrededor de metro y medio y ocasionalmente alcanza dos metros o más, s la más ponzoñosa de las víboras de cascabel, pero no se le puede considerar agresiva.

Aún hay mucho más por mencionar, la gran selva maya es nuestro tesoro más preciado y por el cual Amigos de Sian Ka’an se ha dedicado tanto a protegerla, y hoy junto con Novedades de Quintana Roo, a invitarle a formar parte de esta imprescindible tarea

Amigos de Sian Ka’an A. C.

www.amigosdesiankaan.org
Todos tus donativos son deducibles de impuestos.

 

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