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EL MECO

11.08.2010 16:42

 

El Meco

 

Acerca del lugar y su nombre: como en la mayor parte de los casos, el nombre original de este asentamiento se desconoce. Según la tradición consignada por Anthony Andrews, "El Meco" era el apodo de un residente local del siglo XIX, cuyo sobrenombre, que aparentemente hacía referencia a una cojera, quedó asociado a las ruinas. El personaje, relata Andrews, tenía un pequeño rancho cocotero en la playa, del que sólo quedan algunos vestigios de los cimientos de una habitación y un pozo de agua semidulce, localizados en las inmediaciones del actual faro. Arqueológicamente se ha considerado que "El Meco" puede corresponder al legendario Belma del siglo XVI, que menciona Oviedo; sin embargo, el reducido tamaño del asentamiento hoy conocido deja lugar a muchas dudas, pues el Belma de la fuentes era considerablemente mayor.

Dirección y vías de acceso: el sitio se localiza en el kilómetro 2.7 de la carretera Puerto Juárez - Punta Sam, en terrenos correspondientes a la porción continental del Municipio de Isla Mujeres, al norte de la actual ciudad de Cancún.

Breve historia del sitio: de acuerdo con A. Andrews, las primeras ocupaciones de "El Meco" corresponden al clásico temprano, documentado a partir de un basurero de esa época encontrado por debajo de la estructura 2; entonces, el sitio habría sido una pequeña aldea de pescadores posiblemente vinculados a sitios mayores como "Coba". Según las investigaciones, el pequeño poblado habría sido abandonado hacia 600 d.n.e., quedando casi totalmente deshabitado hasta 1000 a 100 d.n.e., cuando es reocupado por un grupo posiblemente vinculado a los itzáes de Chichén Itzá y posteriormente, con los cocomes de Mayapán. A partir de 1200 d.n.e., justamente a partir de su privilegiada situación geográfica y de su utilidad como ayuda portuaria, "El Meco" adquiere mayor importancia dentro del contexto político y económico de la península. Sin duda para ese tiempo se habría incrementado la explotación de los ricos recursos costeros de la zona, y el asentamiento se habría consolidado como un centro de funciones civiles y religiosas de importancia, la cual habría conservado hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI.

Principales estructuras: la porción del sitio actualmente explorada incluye fundamentalmente a una plaza de clara función ceremonial y política, así como a una serie de estructuras palaciegas y administrativas distribuidas en su entorno. En la plaza, destaca por su monumentalidad la estructura 1, conocida tradicionalmente como el castillo, que es un basamento de planta cuadrangular y cuatro cuerpos, rematado por un templo de entrada tripartita, que muestra la típica manufactura del estilo costa oriental. Las excavaciones de Peter Schmidt, primero, y de Luis Leira más tarde, evidenciaron la existencia de una subestructura conformada por un basamento menor en cuya parte superior se conservó un templo de un solo acceso y arquitectura más modesta. La intervención efectuada entre 1997 y 1998 por Leira, ha permitido exponer una buena parte de la porción posterior de este basamento, así como la excelente conservación del enlucido de estuco que aún le cubre. La escalinata de la etapa más reciente, restaurada en 1997, conserva los restos de remates con figuras serpentinas, muy semejantes a las mejor conocidas de el castillo de Chichén Itzá. Al pie y a ambos lados del basamento, pueden observarse dos construcciones, una de las cuales evidentemente corresponde a un templo, en tanto que la otra parecería responder más bien al patrón posclásico de los edificios residenciales y/o administrativos. En el extremo sur de la plaza se encuentra una construcción (estructura 8) en cuyo interior se observa una larga fila de columnas que en su tiempo habría sostenido a un techo plano; se trata de una edificación administrativa a la que posteriormente se le añadió un pequeño templo en su porción oriental. De función semejante habría sido la estructura 5, ubicada en el límite este de la plaza de referencia. Del pequeño templo ubicado al norte de la plaza debe destacarse, no sólo su relativamente bien conservada arquitectura de estilo costa oriental, sino también la presencia de un hermoso árbol de copó (higuera) que creció en su interior. La plaza principal se completa con un adoratorio de planta cuadrangular y doble escalera, que se ubica al centro del área. La construcción que ocupa el segundo orden en importancia dentro de la zona, es la estructura 12, localizada justo al oeste de el castillo, y que destaca por ser un enorme palacio que aún conserva en pie la mayor parte de las columnas que sostuvieron su techo. Dentro de esta interesante edificación seguramente se habrían realizado diversas actividades de índole político y administrativo, por lo que por sus instalaciones sin duda habrían circulado los personajes nobles de mayor jerarquía en el sitio. Vale mencionar que junto a este palacio se conservan otras plataformas que habrían completado la organización arquitectónica del conjunto. La construcción de la actual carretera "partió" en dos el área del asentamiento, por lo que el área habitacional complementaria, así como el muelle prehispánico, permanecen aislados al otro lado del camino. Aunque todavía no han sido explorados, su distribución permite suponer que en esa zona vivieron algunos residentes del sitio, posiblemente vinculados a las actividades portuarias y comerciales que allí se llevaban a cabo.

Datos generales: el sitio de "El Meco" aún permanece cerrado a la visita, pero se tiene previsto que se abra durante el primer semestre del presente año. Por su interés y la importancia de sus edificios, el Centro INAH Quintana Roo autoriza visitas si se solicitan anticipada a la Dirección del Centro. Aún no existe cuota de acceso.

Servicios que se ofrecen: por el momento no existe ninguno; sin embargo, su cercanía a la ciudad de Cancún permiten realizar la visita sin ningún inconveniente.

* Información proporcionada por el INAH

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