Todo lo que quieras Saber de Quintana Roo


 Artesanías de Quintana Roo.

Tomado de: Enciclopedia de Quintana Roo

Juan Ángel Xacur Maiza

 

 La artesanía es la producción repetitiva de obras a veces utilitarias, a veces decorativas, casi siempre ambas, en que se siguen modelos tradicionales y se usan materiales locales. El capital que dispone el artesano es por lo regular muy limitado, lo cual explica por ejemplo que el principal instrumento que usa para elaborar sus obras sea su propia mano, auxiliada por herramientas y a veces máquinas pequeñas. La industria, en cambio, es la fabricación masiva de objetos mediante maquinaria, la mano del hombre interviene en grado mínimo, la materia utilizada puede ser local o proceder de otras regiones del mundo y los capitales que maneja le permiten establecer un sistema de producción racionalizado y contar con suficientes medios para la promoción, distribución y venta de sus productos. La uniformidad masiva de éstos es lo que la caracteriza frente a la uniformidad relativa de una producción mucho más reducida en los métodos artesanales. La artesanía se caracteriza por tener el sello personal del productor, que refleja la individualidad de las piezas con imágenes, formas y colores que son producto de la experiencia del artesano en su interacción con la sociedad y su entorno ecológico, así como de los conocimientos y habilidades transmitidos de generación en generación, conformados por elementos propios de la identidad del grupo que lo produce. En los objetos que elabora el artesano se ve reflejada su cultura material e ideológica. La mayor parte de los elementos que utiliza para la producción de artesanías es tomado de la misma región y detrás del ingenio con que se nos presentan las manifestaciones artesanales se encuentra el artesano y toda una red de relaciones sociales que giran en torno a esta actividad. Esto es la esencia misma que hace de las artesanías, obras de arte, provenientes de un valor cultural muy rico, aspectos que no contienen los objetos industriales y uniformes, cuyas condiciones de producción son distintas. La artesanía es una producción con valor de uso, creada en un principio por el hombre para resolver necesidades utilitarias, decorativas y ceremoniales, pero ha empezado a circular más allá del espacio local, obteniendo de esta manera su condición de artesanía mercancía, lo cual ha sido muy importante en materia económica para las unidades domésticas que la practican, ya que su comercialización significa una aportación monetaria al ingreso de la unidad doméstica de los artesanos.

México se caracteriza por tener una gran diversidad de manifestaciones culturales: la indumentaria de su gente, lengua, música y toda la riqueza de su folklore. El México actual reúne elementos heredados de la sociedad prehispánica complementados a través del contacto con otras culturas, durante y después de la época colonial, cuya evidencia es su población que posee múltiples formas de concebir el mundo y una organización y estructura social en las cuales perviven rasgos de dichas sociedades. Quintana Roo es uno de los estados más jóvenes de la República Mexicana; las circunstancias históricas, políticas, económicas y su situación geográfica como frontera internacional entre México y Belice han dado origen a una peculiar dinámica poblacional.

Los habitantes que hoy se encuentran en el estado provienen de diferentes puntos de nuestro país. Estas circunstancias han originado la conformación de subregiones económicas en el Quintana Roo moderno. En la zona norte el corredor turístico Tulum‑Cancún es una de las fuentes económicas más importantes por la captación de divisas y además porque ofrece un amplio mercado laboral para los habitantes de la Península.
En la parte central se localiza la llamada zona maya; es la región económicamente más atrasada, población es campesina y basa su economía en la agricultura con espeque y de temporal, ya que las condiciones del suelo impiden su mecanización.

En la zona sur se encuentran dos micro regiones económicas: la parte urbana, capital del estado, en la que un sector de la población es empleado en dependencias de gobierno, y otro trabaja en el del comercio; y la ribera del Río Hondo cuya economía se sustenta en la agricultura, en especial el cultivo de caña de azúcar, que abastece al ingenio azucarero. A pesar de la fuerte presión que sobre los recursos naturales ha ejercido el hombre a través de las políticas económicas pasadas y del impacto de los fenómenos naturales ‑huracanes, inundaciones, sequías, e incendios‑, Quintana Roo cuenta aún con una importante riqueza forestal en el centro y sur del mismo y es precisamente este recurso un factor determinante en la economía de sus habitantes.

La diversidad poblacional, las condiciones económicas y culturales del estado, han dado origen a diversas manifestaciones artísticas, entre ellas su variada artesanía representada de diferentes formas en lugares distintos, dependiendo de los recursos predominantes en cada sitio.

En la zona maya se practica la cestería, el tallado de la madera, el bordado del vestido tradicional ‑el huipil‑, el urdido de hamacas y la alfarería. En la costa como un complemento al ingreso del sector pesquero y para aquellos grupos populares que radican temporal o permanentemente en esta zona, su economía se basa en gran medida en la producción y comercio de una joyería fina de coral negro (Acropora palmata) y concha de caracol rosado (Strumbus gigas). En la zona sur el trabajo artesanal está más relacionado con el aprovechamiento forestal, principalmente se practica el tallado de madera.

unidad doméstica. La actividad artesanal juega un papel importante y complementario en la economía de la unidad doméstica. En la producción artesanal participa la mayor parte de la familia, en especial la mujer quien alterna el trabajo artesanal con las tareas domésticas, la atención del esposo y el cuidado de los hijos; el recurso monetario que obtiene por su trabajo lo aporta al hogar. También los niños y las niñas, participan en esta actividad, al mismo tiempo que asisten a la escuela. Respecto a la participación del hombre, en algunos casos es campesino y artesano, complementa sus ingresos derivados de la actividad agrícola con los generados por las artesanías.

transformación de la artesanía. Con el transcurso del tiempo se han generado nuevas necesidades en la sociedad maya difícilmente satisfechas debido a lo incierta que es la agricultura de temporal en esta parte del país, expuesta a múltiples amenazas por los fenómenos naturales. Por lo tanto en esta región predomina la migración laboral hacia la zona urbana, donde los campesinos se emplean en el sector terciario.
En este contexto, la actividad artesanal comienza a formar parte de un circuito comercial más amplio, que estimula a los artesanos para que adapten los patrones artesanales a las necesidades del mercado. Lo anterior ha traído consigo cambios materiales e ideológicos en el objeto artesanal. La transformación total o parcial de los modelos tradicionales generan modelos con procesos de producción complejos e incluyen materiales que en algunos casos no son propios de la región; y cuando el objeto sale del contexto social en donde se produjo y toma otra función, se transforma el significado cultural que éste tenía, pues en muchas ocasiones se utilizan como elementos decorativos, perdiéndose de esta manera las funciones utilitarias y ceremoniales originales. Cuando el proceso de producción cuenta con capital y herramientas, incluso con obreros, se coloca en otro nivel conocido como Pequeño Taller Capitalista. En el caso de Quintana Roo esta característica se observa en la joyería que se elabora con la concha de caracol y coral negro elaborada en la zona costera. En las ciudades se pueden encontrar dos formas de producción: una es cuando los individuos de la zona rural emigran hacia las zonas urbanas llevando consigo la costumbre y los conocimientos para elaborar los objetos, de esta manera le dan continuidad a la actividad, aun cuando incorporan nuevos elementos tomados del entorno en el que se desarrollan los productores; otra se presenta cuando en ese espacio existe un sector de la población que hace uso de la habilidad manual, complementada en ocasiones con técnicas industriales, para producir una diversidad de objetos que únicamente tienen como fin satisfacer las necesidades del turismo nacional y extranjero, estos objetos también se denominan neoartesanías. Así, la artesanía de Quintana Roo posee rasgos que la hacen auténtica del sureste de México: su belleza, durabilidad del material y, más aún, la firma personalizada que los artesanos imprimen a los objetos.

artesanía de Quintana Roo. Kopchén es una comunidad maya ubicada en el municipio Felipe Carrillo Puerto, un espacio donde la selva proporciona a sus huéspedes una gran variedad de recursos forestales, los cuales determinan en gran medida la economía campesina de la región. La cestería se practica desde la época prehispánica,  en estelas, murales y códices permanece la huella de las culturas mesoamericanas. Mediante la arqueología se ha logrado conocer que los mayas practicaban la cestería con bejucos y palmas, evidencia de ésta se haya en las múltiples manifestaciones de artefactos grabados en relieves de la época clásica.  En Yaxchilan, Chichén Itzá y otros sitios arqueológicos se han encontrado restos de la cestería que solían practicar los artesanos mayas en la época clásica; cestos elaborados con diferentes tejidos de bejuco y palma fueron los utensilios que sirvieron para resolver sus múltiples necesidades ceremoniales y utilitarias.

Con el paso del tiempo los pueblos mesoamericanos se transformaron debido a las luchas internas, la conquista y los movimientos reivindicativos, entre otros. Hoy en día los pueblos herederos de las grandes civilizaciones conservan parte de la organización social y económica de sus antecesores, pero han sufrido adaptaciones como consecuencia de la dinámica social en la que se desenvuelven. Durante la Guerra de Castas los mayas del hoy estado de Quintana Roo se mantuvieron aislados del resto de la población peninsular, pero continuaron con la reproducción de sus habilidades artesanales heredadas de generaciones pasadas, de esta manera la cestería que practican actualmente conserva rasgos de la artesanía tradicional.
La cestería se caracteriza por la elaboración de cestos y canastos conocidos como xuxakoob, los cuales sirven para transportar los productos de la milpa hasta la habitación del campesino maya, resolviendo de esta manera sus necesidades utilitarias. El material que se utiliza para el tejido de la base del canasto es una variedad de bejuco característico de la región (a’axuux) y palma del guano (sabal yapa); con otra variedad de bejuco que se conoce como bayal (Desmoncus quasillarius) se teje el cuerpo del cesto.

En Kopchén algunas dependencias gubernamentales y asociaciones civiles han apoyado al sector artesanal, el Instituto Nacional Indigenista entre otras, llevó a cabo una serie de programas de capacitación artesanal en ésta y otras comunidades circunvecinas hace veinte años. Un artesano proveniente de la ciudad de Querétaro enseñó a los campesinos la elaboración de nuevos objetos, con el material de que disponía hizo un canasto redondo, un frutero en forma de copa y otro en forma de estrella; ésto y el esfuerzo de las instituciones por impulsar la artesanía de esta zona ha permitido que los campesinos experimenten con nuevos materiales y diseños.

redescubrimiento de la cestería. Los habitantes cuentan que el desarrollo de esta actividad se debe a una persona que al no ver satisfechas sus necesidades utilitarias y ante la continua reducción del bejuco (a’axuux y xolop) que servía para elaborar sus cestos para la cosecha y el transporte de sus cultivos, empezó a experimentar el tejido de estos objetos con otros bejucos. Después de varios años finalmente encontró materiales más resistentes y maleables que la raíz del xolop. Se experimentó con el bejuco llamando tendón de sapo (xich’e yit much), materia prima que hoy en día se utiliza para hacer los cestos y cuya combinación con otras especies forestales como el guano (sabal yapa), ha empezado a generar una variedad de objetos que satisfacen las necesidades locales y extralocales. A partir de entonces empezó su comercialización, y de producirse como artesanías de consumo interno pasaron a ser artesanías mercancías, adoptando su valor de cambio como cualquier otra mercancía. Actualmente la economía de los habitantes de Kopchén se basa en gran medida en los recursos forestales, se aprovecha el latex del chicozapote para la extracción y comercialización del chicle, la explotación de maderas preciosas, y con los bejucos y palmas se produce una variedad de objetos artesanales: cestos de diferentes tamaños y capacidades, tortilleros, canastos, cortinas, fruteros, sombreros. La artesanía que se elabora en esta comunidad proviene de modelos tradicionales de la etnia maya, sin embargo se enfrentan a transformaciones aceleradas en respuesta a la misma dinámica de la sociedad para integrarse a la vida económica del país. Por ejemplo, el artesano se encuentra con la participación de los intermediarios que compran los objetos a precios muy bajos, limitando de este modo las ganancias del artesano‑campesino.

En el ámbito simbólico la artesanía sufre cambios muy profundos cuando el objeto producido sale del contexto sociocultural donde se generó y se expone para su venta, lo cual implica un cambio en la significación del mismo ya que los objetos pertenecientes a un grupo social como los mayas, sólo pueden ser comprendidos por el carácter utilitario, ceremonial y estético que poseen en conjunto, y no por el carácter estético o utilitario que adopta al venderse como una mercancía más dentro del mercado. En la cestería es importante destacar el papel de la mujer y de los niños, ya que éstos dedican parte de su tiempo libre para hacer este tipo de objetos, y más aún porque esto significa un complemento económico para la unidad doméstica del artesano.

Proceso de producción. En la actividad de la cestería el primer paso consiste en localizar el material (bejuco, palma, carrizo), cortarlo y empacarlo en rollos para transportarlo hasta la habitación del artesano. En algunos casos el productor no puede ir a la selva en busca del material, entonces compra algunos rollos de bejuco a las personas de la comunidad de Kopchén y de pueblos vecinos que se dedican a venderlos. Después de haber conseguido el material procede a descascararlo, para lo cual remoja el bejuco en agua hervida en recipientes de acero y aluminio conocidos como pailas. Una vez descascarado se corta en medidas según el objeto que se vaya a elaborar, después el artesano pone en práctica su habilidad manual para crear formas y figuras atractivas destinadas al mercado regional. Es así como pervive hoy en día la cestería en la zona maya de Quintana Roo, objetos que si bien han sufrido transformaciones en su proceso de producción, no dejan de tener raíces tradicionales y representan un valor económico muy importante para los artesanos que la practican; es una actividad que se resiste al consumismo en el que se desenvuelve la sociedad moderna y a la industrialización de los objetos, una resistencia que nos indica que nuestro “México Profundo” está presente a pesar de los cambios acelerados que sufre la sociedad mexicana.

El bordado. Con base en el estudio de vestigios arqueológicos de la cultura maya, se sabe que desde la época prehispánica se trabajaba el algodón y se adornaba la indumentaria con hilos de colores o plumas. Con la conquista de los españoles se introdujo la técnica del bordado en punto de cruz y posteriormente en máquina de coser. Asimismo impusieron el uso de prendas de vestir más complejas que las que los mayas utilizaban, como el uso del hipil para la mujer. Es así como se inicia la elaboración y adorno de esta prenda con el fin de satisfacer la necesidad del vestido. Al transcurrir el tiempo, con el desarrollo de la industria y la apertura de medios de comunicación, entre otros factores, se insertaron nuevos elementos y necesidades, estas últimas difícilmente satisfechas en su totalidad por el recurso generado con el trabajo agrícola, generaron otras alternativas ocupacionales. La producción artesanal se ha ido transformando, de ser una actividad para la satisfacción de la necesidad del vestido y cuyo uso comercial era al interior de la comunidad productora, se dirigió más hacia una economía de mercado.
En la actualidad el vestido maya tradicional en la Península de Yucatán se conoce como hipil o huipil, término que proviene del náhuatl wipi‑l‑li. Es la indumentaria de las indígenas mayas de la Península de Yucatán, elaborada con tela blanca y sin mangas, orlado en el cuello y en el inferior de la prenda.
Con su inserción en el mercado, la manufactura de la ropa ha ido cambiando en su forma y en las figuras que la adornan. Como una respuesta a las demandas del consumidor, actualmente además del hipil confeccionan y bordan blusas, chalecos, shorts, vestidos, camisas y otros tipos de prendas

Asimismo, han incorporado otros motivos de adorno representativos de las especies de flora y fauna de la región, lo que se ha denominado bordado ecológico.

técnicas de bordado. En el bordado se utilizan dos técnicas: con máquina y a mano. La introducción de la máquina de coser en la zona maya, primero de pedales y después eléctrica, se llevó a cabo hace aproximadamente cincuenta años. Con el bordado en máquina el patrón tradicional de los bordados se ha transformado, ya que facilita la elaboración de una mayor diversidad de prendas y permite a las mujeres agilizar el trabajo e invertir menos tiempo. Aun con la máquina de coser los bordados que realizan las diferentes artesanas son similares pero no iguales, pues cada una de ellas le agrega elementos individuales. El bordado a mano es más tradicional y se realiza de dos maneras. 1) denominado en maya t´siib chuy es semejante al bordado en máquina, se dibuja la tela y posteriormente se borda utilizando aguja e hilo; la diferencia estriba en el hilo que en este caso es estambre. 2) bordado de hilo contado denominado en maya xookbilchuy, se utiliza la aguja y canevá, malla de plástico o de algodón que les permite definir el tamaño de la puntada para dar forma a la figura bordada; el hilo que se utiliza es el estambre. Mediante esta técnica las artesanas bordan hipiles, servilletas y manteles, a diferencia del bordado que se hace a máquina, esta técnica requiere la inversión de más tiempo, por lo tanto aunque se reduce el costo de inversión en materia prima, no obtienen más ganancias que las bordadoras en máquina. El bordado en xookbilchuy es un rasgo compartido entre todos los mayas de la Península de Yucatán, sin embargo las artesanas de Quintana Roo practican en mayor medida esa técnica tradicional, elemento que en cierta forma marca la frontera cultural con los mayas de Yucatán. La cestería y el bordado entre otras, son las actividades que caracterizan la artesanía tradicional de la zona maya de Quintana Roo. Son de gran importancia económica para las unidades domésticas de los artesanos, poseen elementos que sirven de identidad al grupo ya que se refuerzan los lazos sociales y afectivos de la familia nuclear o extensa, y define a la comunidad de artesanos como un sector económico y social diferenciado. 


ARTESANÍAS

21.01.2011 12:55

ARTESANOS DE QUINTANA ROO A LOS PINOS. Tomado de: Grupo SIPSE

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